domingo, 5 de mayo de 2019

El cielo de su pensar








Pasaban los años en una búsqueda: la de la sabiduría. ¿Por qué existe gente que de su palabra tan sólo asoman verdades y de él mismo equivocaciones?. Algo debía de ocurrir en el pensamiento del sabio para hablar las cosas con tanto atíno...Él sin embargo, aprendía a golpes que te da la vida con contínuas caídas y desengaños. La sabiduría estaba en algún lugar pero, dónde.

Por medio de la dialéctica asaltaba a los paisanos de su pueblo preguntando el por qué de las cosas; cosas que a veces no comprendía y hasta envidiaba por no tenerlas. Tuvo momentos de felicidad, momentos de estar mucho más acertado con las ideas y hasta amor en la extensión de la pureza pero, su estado habitual dejaba mucho qué desear...Una y otra vez se caía y se levantaba pero ya estaba agotado de tanto buscar en la tiniebla como un ciego sin luz.

Alguien le habló del lenguaje del silencio; de la ausencia de la palabra, de lo inmenso que es el corazón cuando se le sabe escuchar. Tenía sed de vivir y lo único que alcanzaba en esta vida era tener eran complejos...

Caía la noche de primavera con su manto de sabiduría. Estaba en silencio y solo pero el ambiente era agradable en su corazón sincero. Observó el cielo que se poblaba de estrellas. Suspiraba con paz plena de sentir cuando la ventana de su cielo particular se abrió. Su corazón le mostraba aquello que tanto búscaba con sencillez; aquella ventana consistía en mostrar otro infinito como el cielo, silencioso y cargado de respuestas...

La experiencia de la sabiduría dejó atrás a sus dudas porque algo maravilloso y natural fluía de su mismo caorazón tantas veces búscado. El camino a la sabiduría no tenía distancias que recorrer. Preguntaba sus dudas más intimas cuando en breve había una solución sencilla y correcta. ¿Cómo él, un tipo ordinario y corriente; plagado de los peores defectos, podría albergar en su corazón tal manantial de sabiduría?...

El amanecer lo encontró dormido con la mayor de las dichas cumplidas pero, muerto. Dejó este mundo no sin antes conocer lo que tanto buscaba.

Un perfume de rosas entró por la ventana para llevar su alma al cielo y así dar descanso al que a pesar de todos sus defectos, siempre buscó la pureza...y la encontró.




3 comentarios:

Susana dijo...

La búsqueda es lo importante. Un beso

Rosana Martí dijo...

La sabiduría se adquiere con el aprendizaje en la vida, así mismo si uno busca con ahínco acaba encontrando. Lo mismo que el que sueña, hace algún día realidad sus sueños.

Un inmenso abrazo!!

Albada Dos dijo...

la sabiduría acaba siendo un camino en solitario, donde sólo el corazón y la mente nos pueden guiar. A veces, llegar, es ese momento en que se expira, el último aliento

Un abrazo y por un lunes con reflexiones así de profundas.