jueves, 9 de agosto de 2018

Antes del amanecer





En los cortijos mas olvidados de Andalucía, la gente se iluminaba con velas y candiles. A Daniel le encantaba mirar el brillo de sus velas reflejado en los vasos,platos,espejos y ojos de las personas con las que hablaba al filo de la media noche...A veces se recitaban poesías y otras veces, se relataban historias donde los más viejos sacaban a la luz de la vela, cosas que son innombrables a plena luz del día...Las velas eran para Daniel algo mágico y misterioso en donde las estancias oscuras del corazón, le transmitian paz y desasosiego. Cada noche de cada uno de noviembre, el abuelo Martín le ponía el vello de punta con historias de muertos y hasta de resucitados en noches como aquella. La abuela Irene, en cuentos de Navidad, le hablaba de secretos del amor cuando Dios vagaba por estos mundos predicando la pureza del hombre...

Daniel vivía con sus abuelos en el cortijo mas lejano de la comarca. Para llamar al médico hacía falta la mula parda siempre que el río no tuviera crecidas para cruzarlo. Su vida era plena sin sus padres; murieron por cosas de la guerra y la posguerra pero de eso, sus abuelos se guardaban mucho de historias verdaderas...

Con la llegada del verano, su abuelo murió de repente por un ataque del dolor de miserere y lo enterraron con bendición del cura en sus tierras pues no tenían dinero para el campo santo...y la abuela le contaba cosas maravillosas como en Navidad todas las noches de cada día hasta su muerte. La vela de la cocina brillaba mas que nunca en los ojos de la abuela que con cariño, abria su corazón a la soledad de verse solos en medio de la nada...y pasaron más años llenos de magia cada noche y Irene le enseñó cómo trabajar la tierra y hasta cómo ser feliz. Pero como a su abuelo, a su abuela le llegó también la muerte y este dolor, le llego a Daniel al alma hasta atravesarlo por completo.

La última noche del mes de agosto, la abuela Irene agonizaba. Daniel a traves de sus enseñanzas se hizo hombre y recordó que su abuela guardaba una vela que decían ser mágica pues habría las puertas del cielo. Fué corriendo y la encendió para decirle el adiós mas adorable a su abuela...y la luz iluminó toda la estancia con Daniel sentado a su lado y en los ojos de su abuela, vió reflejada la imagen de sus padres que lo miraban sonriendo. Su abuela le dicía: ahora ellos están conmigo mi niño, no temas y Daniel lloraba lágrimas verdaderas besando a su abuela hasta que a las 5 de la mañana, Irene murió y la vela se agotó...en el corral, justo al amanecer, el gallo volvió a cantar un nuevo día...cuando Daniel se sintió el hombre más solo del mundo...







6 comentarios:

Flor dijo...

Hola Buscador buenas noches , Gracias por volverme a regalar tan bello relato que veo , que también lo has publicado hoy .... ¿ Me has dado la exclusiva de ser la 1º en leerlo , y es más en mi propia casa ? esto es todo un lujo que yo te lo agradezco mucho , tienes un don de tocar los corazones , con tus bellos relatos que sinceramente te lo digo , ya que no es por alagar que me gustan mucho , por que aunque tu no lo sepas , tú viertes mucha emoción , sentimiento , candidez a tus escritos y eso es muy importante a la hora de escribir , te felicito amigo , ah y otra cosa , tengo una pequeña curiosidad ¿ Por que no contestas a los comentarios que te dejan en tus entradas ? espero que no te haya incomodado mi pregunta , te deseo una feliz noche amigo mío , y también desearte un feliz fin de semana , besos de Flor.

Mujer Virtual dijo...

Dentro de toda la tristeza se percibe ese amor grande y profundo
Un abrazo

Buscador dijo...

Normalmente no respondo a los comentarios que me hacen. No se lo toemen a mal.

Este relato lo escribí como comentario a otro relato de Flor. Muchas veces, cuando publico algo en mi blog, resulta ser un comentario sobre alguna entrada en otro blog. Casi nunca pienso que lo que escribo; todo fluye a la par...en ese momento tengo un sentimiento maravilloso que me da mucha libertad, como si volara.

Eso es todo
gracias.
Buscador

EvaBSanZ dijo...

La primera parte me ha recordado cuando era niña y por alguna tormenta se apagaban las luces utilizando las velas como soporte de la noche.

Un beso, bonita melodía

EvaBSanZ dijo...

Gracias por el vídeo :)

Un beso

Inés Bohórquez (Ibo) dijo...

Un relato lleno de mucho amor.. Gracias por ese regalo!
Un gusto visitarte.