domingo, 26 de agosto de 2018

El mejor lugar del mundo







De mis recuerdos de niño, se ha basado la forma de vivir que ahora tengo. Ya soy viejo. La muerte me llamará en cualquier momento pero guardo en el corazón el secreto de la felicidad y seguramente con mi existencia cumplida, la vuelta a mi niñez se hace continua pues las mejores lecciones de mi vida, transcurrieron en la inocencia de aquel niño que era yo...Cada día me visita mi nieta para recibir el cuento que le cuento a diario y en esa mirada donde su mundo interior se abre, me veo yo hace decenios. No hay mayor tesoro ni mayor riqueza que la de un corazón devorando la vida a cada segundo. Nuestros niños se merecen la mejor de las atenciones.

Nací en la posguerra española. Pasábamos hambres y carencias. Las enfermedades y la escasa sanidad eran algo que me llamaban tremendamente la atención pues cada dolencia tenía un nombre venido de la gente sencilla; un calicativo donde mi imaginación se disparaba mezclada con otras creencias venidas de lo sobrenatural o lo divino. A veces no dormía porque alguien de pena se había ahorcado o a una mujer mayor la llevaban en una especie de procesión hasta el médico...hablaban de mal de ojo o maldiciones, del dolor del miserere u otros calificativos que me daban mayor pavor.

De mis vecinos teníamos a un hombre que según la gente era ararquista. Mi madre decía que había estado en la cárcel y que salvó su vida gracias a no sé qué señorito. Trabajaba en su casa fabricando botijos y demás enseres de cocina. De vez en cuando me hacía muñecos de arcilla y hasta cosas que le pedía, como un coche igual al del alcalde. Ahora desde mi vejez puedo decir que aquel hombre, era feliz...Me hablaba de lo cotidiano y de la realidad de las cosas para que un niño las entendiera y pensara para sacar una conclusión. En ratos libres me llevaba a cazar pajarillos que el mismo cocinaba y yo, sin saberlo, le tenía tal aprecio que era mi mejor amigo y yo quizá, el hijo que el nunca tuvo...A veces lloraba por cosas del corazón y me abría sus sentimientos con una delicadeza que ahora a mis años, la veo con más aprecio.

Era hombre sensible y rebelde por naturaleza. Hablaba con franqueza y a veces el sentimiento lo inundaba con cosas que decía de la gente mayor y que algún día me las iba a contar...Cantábamos aquella canción que era mi favorita: "ESTA MAÑANA ME HE LEVANTADO OH BELLA CIAO  O BELLA CIAO..." y yo me alegraba con el corazón sin saber qué cantaba...Le dije que quería ser médico para curar a mi abuela que estaba ciega y el me hablaba y me hablaba con una delicadeza y una sinceridad, un cariño donde yo aprendía día a día sobre el sentido de vivir.

Pasaron los años. Me gustaba la música ye-ye y hasta le dije que tenía una favorita "Stand By me". Se la traduje y a el le encantaba pero por cosas de la vida, mi amigo también murió. Hubiera dado cualquier cosa por ser su médico y poner el corazón en su salud pero por entonces yo estudiaba.

Aún hoy, lo recuerdo en su cuarto trabajando o cuando ibamos por pajaros o cuando me hablaba de mujeres...He sido un bombre feliz muy afortunado por haberle conocido y en parte se lo debo a el. Cuando viene mi nieta y le cuento cosas de mi niñez no puedo evitar emocionarme cuando le hablo del amigo de mi alma y ella, una niña inteligente, me pide cada día mas y mas cuentos cuando repito que en su mirada, me veo yo...

El lugar más maravilloso de mi vida, está en mi infancia.



Tengo que hacer una aclaración y perdonen por hacerla ahora y es que el relato en sí es producto de mi imaginación. Tengo recuerdos que he intercalado como hago en todo lo que escribo pero, perdonen ustedes por hacer esta declaración un día después de hacerlo público.

Gracias
Buscador.






17 comentarios:

Adelina dijo...

Es muy hermoso lo que has escrito. como desnudar el corazón...

Tienes la joya más grande, una nieta... Eres un hombre feliz, con mucha suerte. Yo me alegro mucho por ti.

Un beso grande.

Albada Dos dijo...

Esos recuerdos de alguien especial en la infancia, que no olvidamos, que siempre sigue viviendo un poquito adentro de nosotros

Lindo homenaje a ese tal vez anarquista de tu niñez. Un abrazo

Roxana B. Rodriguez dijo...

Es un hermoso recuerdo el que compartiste, muy dulce.
¡Un abrazo!

Joao Lisboa dijo...

Viana Do Castelo, Viana do Castelo, Portugal

Campirela_ dijo...

Buenas noches , me has dejado con tan buenos momentos que te mereces un aplauso plas plas plas ... ahora una cosa te digo tu no eres viejo ..eres una persona con una vida vivida y además bien vivida y nos la relatas de mil formas pero todas ella llenas de sentimientos y mucho amor .Gacias por compartirlo con todos los que te leemos , gracias por darnos de tu sabiduría y gracias por tu generosidad .
Un abrazo fuerte .

Flor dijo...

Hola Buscador , esta es una bella historia de uno de tus recuerdos de la niñez , desconocía que fuese abuelo , seguro que tú nieta , estará muy contenta de tener al mejor contador de historias , y que tiene un gran corazón , como es el tuyo , felicidades amigo mío , te deseo una feliz noche besos de flor.

Ame dijo...

Puede ser en parte de tu imaginación pero me has llevado a un momento en mi vida que fue tremendamente especial y mágico.
Recuerdo cuando niña, tendría unos cinco años, siempre que venía de la escuela y unos pasos antes de llegar a casa estaba el hogar de una mujer mayor, nunca supe su nombre o es que no lo recuerdo, solo que estaba asomada a la ventana, alguna ocasión en que cruzamos las miradas me llamó y fui, me abrió la puerta de su casa y de su vida, desde ese día, cada tarde, cerca de las dos pasaba a visitarla y charlar con ella, casi no podía estar en pie, nadie la visitaba, un día me obsequió un Sagrado Corazón que aún conservo y después de tantos años, unos días después dejé de verla, su casa permaneció en silencio, las cortinas ocultando el interior, pregunté a mi madre pero me dijo que ya no estaba, entendí que quizás se habría marchado con sus familiares, luego comprendí que había fallecido y al ser sola, no sé qué sensación me produjo saberlo, mucha tristeza sin duda, porque a esa edad, mi mejor amiga era una mujer de más de ochenta años.

Yo te agradezco los recuerdos que me has traído de vuelta, son más motivos para sonreír.

Un beso, Buscador

Ame dijo...

Por cierto, esa misma canción la tengo en el blog

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Estupendo relato. Precioso. Se intuye escrito desde el corazón. Ha sido un placer leerlo. Un abrazo

Magade Qamar dijo...

Nada hay que disculpar pues abres tu corazón, tu alma y un trocito de tu infancia para hacernos partícipes de ella. Yo, encantada de hacer paseado contigo a través de tus letras y de tus sentimientos.
Un beso enorme.

Pitt Tristán dijo...

Siempre resultar evocador como autor. Por cierto, en cuanto a la aclaración sobre lo ficticio del relato, auqnue tod escrito contiene algo de la biografía del autor, yo siempre lo doy por hecho porque por boca de su autor cualquier personaje puede contar la historia o ser contada.
Lo importante siempre es el relato, más que lo que cuenta porque todas las historias pueden ser contadas pero no todas pueden ser contadas con la sinceridad y naturalidad con que tu lo hace.
En tu texto uno puede sentir, puede ver el escenario, se puede emocionar con lo escrito.
Bravo.

Saludos.

yessykan dijo...

Que lindo relato, cargado de recuerdos y añoranzas.
La infancia es el lugar perfecto para que la imaginación puede recrear.
Saludo

MOLÍ DEL CANYER dijo...

Me has llevado de golpe a mi propia infancia, yo tambien creci en la posguerra de este pais en un pueblecito donde los niños morian facilmente, tube la gran suerte de crecer al lado de mi abuelo anarquista del cual herede parte de su ideologia. Tambien soy abuela y tambien tengo una nieta a quien le encantan mis historias, asi que imagina como he alucinado leyendote. Gracias por participar, besos.

Myriam dijo...

Un relato que aunque ficticio (mechado con algo personal)
emociona al llevar a recuerdos de infancia
y estar escrito en primera persona.

Un abrazo

Mamaceci dijo...

Me ha parecido un relato hermoso, profundo, una muestra exquisita de sensibilidad
Un abrazo

María dijo...

Has desnudado tu alma y con ella tus recuerdos, un placer disfrutar de tu relato juevero.

Un besazo.

Pepe dijo...

Aunque el relato sea en gran parte fruto de tu imaginación, es muy difícil a la hora de escribir sustraerse a las propias emociones y recuerdos. En nuestros escritos hay gran parte de nuestra experiencia vital. Por eso creo que tuviste que vivir situaciones muy similares a las que describes, muy bien por cierto.
Me alegra nuestra proximidad geográfica. Somos varios los cordobeses que nos asomamos por los jueves literarios.
Un abrazo.