jueves, 23 de abril de 2020

En paz conmigo mismo






 Vienen viajeras y cargadas de lluvia; pesadas y cansadas, el viento las empuja de un confín a otro...Habrá quién se detenga esta tarde con la imaginación puesta en una forma parecida a un perro, un rostro, un corazón, un coche...o etc. Mientras, ellas como barcos flotantes navegan en un mar azul, desfilan delante de mi mirada plenas de dicha y de silencio.

Una gota como una lágrima baja por el vidrio de mi ventana. Al otro lado la sigue mi dedo con fuerza de gravedad y se detiene como detengo ahora mi pensar. Todavía es de día pero ya es tarde. La luz es luz de primavera. La calle está desierta. Escucho a Bill Fay con palabras languidas pero con sencillez al cantar. Llaman al móvil, es alguien que me saluda porque está aburrido; cansado de tantos días sin hacer nada y hablamos de cosas cotidianas hasta que nos despedimos.

Bill Fay termina la canción y cuando me asomo a la ventana, esa lágrima de lluvia ya no está, ha desaparecido para viajar de nuevo al cielo y visitar otro lugar. Comienza otra canción de Bill aconsejando que debo de estar en paz conmigo mismo. Busco el video antes de mi despedidia y os lo traigo. Os deseo Paz...

Feliz noche de íntimos silencios.




 Ha pasado más de una hora.  Vuelas de aquí para allá como la mosca inquieta del pensamiento. Vagas en un tejido de palabras que se mezclan con el sentir mientras tu corazón late. Oxigenas con versos tu sangre viajera por los rincones más reconditos de tu cuerpo y estás plena vida...quizá sea el otoño que viene anunciando el invierno...

Ya es de noche y no hay luna, tan solo oscuridad y silencios ocultos que me asaltan como la profecía de una pesadilla. Lejos estás en el otro confín de la tierra; en otra estación que no es primavera con nubes asesinas que baticinan lluvias para mojar el espíritu...

Ya estoy cansado. Paseo por el salón y sólo encuentro ecos tan grandes como los recuerdos. Quizá sea este silencio el que me cale hasta los huesos más que la lluvia que se tiñe de oscuridad mientras moja el tejado de tu casa y a tu espíritu sin paracaidas...De todas formas a pesar de la distancia yo sé, que estás ahí...

Un beso


8 comentarios:

EvaBSanZ dijo...

Me gusta cuando me buscas porque te encuentro.

Un beso

dijo...

Esa gota de lágrima vino hacia mi ventana a contarme tu silencio.Y le dije que mientras haya buenos corazones,hay vida .
Me parece tan bonito lo que escribes,amiguco!!Tu silencio en este encierro,siembra flores a los ojos de quien te lee
Algún día,saldremos a oler su perfume
Manos unidas en el silencio
Besucos

Paula Cruz Roggero dijo...

Me encantó este escrito, gracias por compartirlo en mi blog... yo también sé que estás ahí...

Besos grandes al alma desde mi rincón en Uruguay, muakkk

Himawan Sant dijo...

Una cadena de oraciones que toca el corazón.

La vida está llena de luchas y pruebas, amigo. Como humanos debemos vivirlo con un cofre generoso. Mantén el espíritu y siempre trata de hacer feliz a la mente para que siempre esté alegre.

Saludos de mi parte

Albada Dos dijo...

Esa lágrima viajera e intensamente viva, regresó a la nube de algodón de feria, ese azúcar que luego llegó a mi ventana, donde miraba el mismo cielo oscuro y sin estrellas, aquejado de artrosis por la quietud del mundo en la pandemia.

Un abrazo y a por la lluvia de abril, tan vivificante

Sandra Figueroa dijo...

Esa certeza de que sabes donde esta. El final perfecto para un texto tan emotivo que me encanto leer y sentir en el alma. Saludos amigo Buscador.

Susana dijo...

Parece mentira cómo una gota puede inspirar tanto. Un beso

Meulen dijo...

Que bien que no estás solo
El poeta es un eterno buscador de sensaciones nuevas ...que a veces puede perderse en el confín sin remedio.
Aún así esa energía creadora es necesaria para seguir renovando el gran don dada a la criatura , la creatividad.
Bien.