Aquel día de Navidad el viejo andaba inquieto por la casa. Su mujer y los criados lo notaban raro con los ojos arrasados que no miraban nada ni a nadie. Por televisión los noticieros hablaban haber encontrado los restos de un niño descuartizado en tal sitio. Todo estaba en secreto de sumario. Su memoria rozando los 80, estaba intacta en aquel día donde asesinó a su hermano; parecía que todavía le llegaba el perfume de la sangre o la última mirada abierta de su hermano antes de fallecer. Eran hijos en la familia mas rica del país. Uno tenía la virtud del encanto y la nobleza, el otro, la abundancia de la envidia y la avaricia. No soportaba ver a su hermano y se sentía inútil ante tantas cualidades que derrochaba. Los padres parecía que lo tenían olvidado como quien olvida a una sombra por no darle el sol o brillar sin luz propia como hacía su hermano...
Sin embargo y a pesar de los defectos, poseía una inteligencia que rozaba la locura muchas veces pero siempre inclinado al lado oscuro de las cosas. Una noche, a solas en su cuarto, algo le llamaba fuera de la casa. Desde la ventana se vía una luz en la cuadra donde guardaban las bestias del campo. Se puso un abrigo y al entrar en la cuadra, un hombre impecablemente vestido, le invitó a vender su alma a cambio de la gloria: El aceptó...Incluso le trazó un plan para matar a su hermano y todo, absolutamente todo, sería para el.
Pasaban los días y el pequeño no daba señales por donde andaba. Había desaparecido como por arte de magia y el padre tuvo esperanzas de encontrarlo. Ofrecía recompensas millonarias pero todo fue en vano. Pasaron los años angustiosos y el matrimonio envejecía a pasos agigantados sin la flor de su hijo pequeño hasta que murieron y toda la fortuna pasó al hijo que les quedaba...Cada mes de noche, a las 3 de la madrugada, recibía instrucciones del mas allá para triunfar en todo lo que se propuso y triunfó sin méritos propios solo lo que le dictaba el demonio...
La conciencia le quemaba y sufría de pesadillas cada noche hasta llegó a escribir una carta explicando donde se había metido y como llegó a matar a su hermano. Todo lo puso en una botella y la lanzó al mar. De alguna manera, ya se había confesado.
Unos agentes llamaron a la puerta de su casa. Venían de detenerlo por presunto asesinato de su propio hermano. No opuso resistencia. Les pidió que los esperaran para cambiarse. Cuando entró en la habitación, saco una pistola de un cajón y se pegó un tiro en la sien.
Entonces vino el diablo por el. Se llevó su alma y entró en su cuerpo cobrando vida de nuevo. Por argucias propias quedó libre de sus cargos y el demonio se hizo carne en la tierra...Hasta que encontró otro candidato.
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