Helen y Albert no se conocían en absoluto pero eran muy parecidos en sus carestías. Helen trabajaba en una tienda de modas y Albert en una oficina. Llegaba el fin de semana y hacían lo mismo que sus amigos para pasarlo bien pero, sentían ese vacío silencioso; un vacío que en muchos aspectos de su vida los destruía por desconocer otra forma de vivir. Trabajaban cumpliendo y eran honrados. Se les consideraba buenos camaradas y sin embargo, tenían una identidad que de no hacerle caso, su vida iba a la deriva...
Helen tiene 20 años. No le atrae el alcohol ni las drogas pero las toma. Tenía relaciones con chicos modernos que personalmente los aborrece en su forma de ser; los detestaba. No le gustan miles de cosas que estan de moda, pero las lleva...Se siente sola casi de contínuo; con comlejos y a veces con cambios de ánimo...
Albert siempre busca algo nuevo que le llene la vida. Tiene esperanza de ser feliz pero siempre hace cosas que chocan con su corazón. Tiene sexo con chicas desconocidas, bebe cubatas hasta emborracharse para sentirse mejor y hace tantas cosas que no le van, que se sentía abolutamente perdido...
El sexo no tenía vuelta de hoja para practicarlo. Hasta la radio y la televisión lo difunden como algo natural; algo necesario ausente de pecado. Sus amigos y ellos mismos exiben sus trofeos como un logro pero, al terminar esas relaciones con gentes desconocidas, sienten el desengaño, la frustración y el arrepentimiento de practicar sexo ausente de amor...
Me desconsuela y siento tristeza por la gente que anda perdida. Podrían tener un futuro mejor y que enriquecen sus vidas donde el fruto, es la nada. Comprendo que hay gente que tiene relaciones sexuales, o que hacen cosas que se consideran de "moda" porque se sienten felices pero en absoluto toda la gente es así... El engaño es una cosa que no tiene perdón.
Helen y Albert se conocieron una noche de febrero. Los dos llevaban su mascara de reclamo; ella para el macho, el para la hembra. Se acostaron en su apartamento y cuando terminaron el acto sexual, Helen se hechó a llorar porque Albert le dijo que se fuera porque no quería verla más. Ella dijo con su corazón: Lo mismo te digo...Alber le pidió perdón porque a veces, cuando practicaba sexo, deseaba estar solo al no conocer el amor y ella, le dijo que lloraba por lo mismo...
¿Cuantas veces se repite la historia?
¿Hasta cuando vamos a soportar esta educación sexual?
La identidad de un país se mueve por sus gentes.
Toda la amplia gama de la sexualidad podría tener una vida feliz con una orientación...y siempre con educación.