Mar en calma,
lenta, suave, pausada.
Estela firme de luna que
avanza entre hálito y hálito sin
dar muestras de su navegar.
Sonrisa que sale del corazón
cual brillo de los ojos en
la interminable inmensidad.
Espuma de luna llena
Blanca nieve de olas que alivian
mi cuerpo y mi alma como
ninfa que despierta mi sutil deseo
Misterio plácido que nace
de tu profundidad
tan dulce, tan tranquilo,
tan sereno...
lunes, 31 de agosto de 2009
domingo, 30 de agosto de 2009
A un árbol y su fruto
Vengo de la noche y soy fruto de la casualidad. Nací volando porque mi madre me ofreció como alimento para un pájaro. Atravesé extensos campos y sobrevolé montañas en un solo día… Pero claro, estos son recuerdos de infancia y de la incertidumbre de no saber dónde echaría raíces. Escuchaba el corazón de mi piloto: bumbum bumbum bumbum... -acelerado como el de un humano que se lleva un susto- hasta que fui a parar donde me veis ahora.
Una hormiga quiso llevarme a su hormiguero pero me salvó una tormenta de verano hundiéndome en la tierra que me vio nacer. Mi alumbramiento tuvo sus peligros y a punto estuve de ser devorado por una cabra si no llega a ser por el disparo certero de la honda de un pastor. He conocido el frío y los días calurosos del verano, la sequía y los momentos de abundancia, la soledad y a quien ha buscado cobijo en mi sombra. En este lugar tan aislado he crecido y me he hecho mayor. Como mi madre, también he dado mi cosecha, y un hijo crece cerca de mí. A veces nos intercambiamos polen y, resulte o no chocante, por Primavera somos afectuosos gracias al viento, las abejas y otros insectos.
Hoy comienza otro día y cuesta sobrellevarlo pues el año no ha sido muy lluvioso. Mis frutos son escasos y enfermizos. Hasta los nidos de mis amigos los pájaros se empiezan a quedar vacíos en la búsqueda de tierras más productivas. Con el sol en el horizonte exhalo oxígeno y eso me llena de orgullo. Antes de amanecer el viento agita mis ramas anunciando el nuevo día con un sonido que agrada a los hombres y, desde mi soledad, me siento importante. En las tardes de verano un labrador duerme a mis pies y yo le refresco y le arrullo tras su fatigoso trabajo en la campiña, porque es un amigo fiel y en más de una ocasión me salvó la vida. Durante todos estos años puedo dar fe de quién soy, y así lo sentirá quién se acerque a mí… soy VIDA.
Una hormiga quiso llevarme a su hormiguero pero me salvó una tormenta de verano hundiéndome en la tierra que me vio nacer. Mi alumbramiento tuvo sus peligros y a punto estuve de ser devorado por una cabra si no llega a ser por el disparo certero de la honda de un pastor. He conocido el frío y los días calurosos del verano, la sequía y los momentos de abundancia, la soledad y a quien ha buscado cobijo en mi sombra. En este lugar tan aislado he crecido y me he hecho mayor. Como mi madre, también he dado mi cosecha, y un hijo crece cerca de mí. A veces nos intercambiamos polen y, resulte o no chocante, por Primavera somos afectuosos gracias al viento, las abejas y otros insectos.
Hoy comienza otro día y cuesta sobrellevarlo pues el año no ha sido muy lluvioso. Mis frutos son escasos y enfermizos. Hasta los nidos de mis amigos los pájaros se empiezan a quedar vacíos en la búsqueda de tierras más productivas. Con el sol en el horizonte exhalo oxígeno y eso me llena de orgullo. Antes de amanecer el viento agita mis ramas anunciando el nuevo día con un sonido que agrada a los hombres y, desde mi soledad, me siento importante. En las tardes de verano un labrador duerme a mis pies y yo le refresco y le arrullo tras su fatigoso trabajo en la campiña, porque es un amigo fiel y en más de una ocasión me salvó la vida. Durante todos estos años puedo dar fe de quién soy, y así lo sentirá quién se acerque a mí… soy VIDA.
Mis miedos
La limitación de ser quienes somos y de sufrir por ello puede ser cosa del miedo. Tengo que reconocer que en mi vida hay varios miedos pero, lo más triste y despreciable, es que esos miedos hacen sus vacaciones en el fondo de mi corazón. Parecen ser una barrera infranqueable cuando aparecen y aun más, cuando intento vencerlos. Da verguenza reconocerlos y hasta nos engañamos para evitar aquello que solo tiene cura con un poquito de valor y sinceridad. Pensaba que superarlos era una obra titánica; una cadena que se arrastra hasta el fin de los días...
Es sabido que todo el mundo tiene miedos porque forma parte de la naturaleza humana. La persona más valiente de este mundo tiene sus miedos y quizás la más inteligente no sepa como afrontarlos cuando aparecen. Pienso que el paso más importante y difícil es localizarlos con sinceridad y reconocerlos para poder vencerlos. Muchos miedos desaparecen de esta manera por no tener una consistencia escasa con la realidad. Sin embargo hay otros miedos más reales que se alimentan con el tiempo y más que vencerlos, nos paralizan apuntando donde más duele para manejar nuestra vida a su antojo. Rodean lo mejor que hay en nosotros marcando una frontera y se adhieren en el sótano del pensamiento de tal manera que para vencerlos, es como entrar en un laberinto. Crea sus propios fantasmas hechos a medida tal y como lo hace un sastre con la ropa y viven en nosotros quizás hasta la muerte.
Vencer el fantasma del miedo se puede mitigar hasta dejarlo en una cosa puntual pero, tener una voluntad por ser cada vez mejor y superarse en el día a día...llegar a la sencillez de nuestra personalidad, hace con toda seguridad que muchos miedos se evaporen sin mayor esfuerzo.
Esta vida cotidiana esta hecha para atletas de la prisa y la importancia de la persona queda en segundo lugar. El miedo nace y crece como la mala hierba; como la mentira de unos falsos cimientos que nos anulan como personas. Hoy con todos mis miedos y sin saber darles un remedio inmediato, llego a la conclusión de intentar conocerlos y aceptarlos pero nunca jamás darme por vencido para llegar a lo que yo considero, MI LIBERTAD...
Es sabido que todo el mundo tiene miedos porque forma parte de la naturaleza humana. La persona más valiente de este mundo tiene sus miedos y quizás la más inteligente no sepa como afrontarlos cuando aparecen. Pienso que el paso más importante y difícil es localizarlos con sinceridad y reconocerlos para poder vencerlos. Muchos miedos desaparecen de esta manera por no tener una consistencia escasa con la realidad. Sin embargo hay otros miedos más reales que se alimentan con el tiempo y más que vencerlos, nos paralizan apuntando donde más duele para manejar nuestra vida a su antojo. Rodean lo mejor que hay en nosotros marcando una frontera y se adhieren en el sótano del pensamiento de tal manera que para vencerlos, es como entrar en un laberinto. Crea sus propios fantasmas hechos a medida tal y como lo hace un sastre con la ropa y viven en nosotros quizás hasta la muerte.
Vencer el fantasma del miedo se puede mitigar hasta dejarlo en una cosa puntual pero, tener una voluntad por ser cada vez mejor y superarse en el día a día...llegar a la sencillez de nuestra personalidad, hace con toda seguridad que muchos miedos se evaporen sin mayor esfuerzo.
Esta vida cotidiana esta hecha para atletas de la prisa y la importancia de la persona queda en segundo lugar. El miedo nace y crece como la mala hierba; como la mentira de unos falsos cimientos que nos anulan como personas. Hoy con todos mis miedos y sin saber darles un remedio inmediato, llego a la conclusión de intentar conocerlos y aceptarlos pero nunca jamás darme por vencido para llegar a lo que yo considero, MI LIBERTAD...
jueves, 27 de agosto de 2009
Con mis cinco sentidos
Los sonidos de mi vida dan forma al sentimiento y este modela de una manera muy particular el poder ver y sentir todo aquello que llevo dentro y me rodea.
Una imagen, es el silencio de las palabras; la impresión de la realidad que se mezcla con el asombro de lo nunca visto o la indiferencia; lo que de alguna manera se creía olvidado y no se olvidó... Es aquello que siempre abre en mi imaginación el poder evocar lo vivido o lo fantástico.
Un olor habla mucho sobre aquello que adoro, desprecio o me da igual pero, sobre todo, marca en mi memoria de una forma implacable su huella; todo ese mundo interior que llevo y que se me vuelca en tan infinitos matizes como recuerdos...
Sentir el tacto de las cosas me despierta mucha sensibilidad. Acariciar la textura del mundo es como tener ojos en la piel y el gusto del paladar. De todo ello guardo cosas íntimas pero lo que más me puede es esa piel que acaricié en el cuello de una mujer.
El sentido del gusto es a mi entender la oscuridad; lo que empieza y termina en un recuerdo, un beso que no se olvida o un enorme placer para los sentidos, una fruta vana de sabor o aquello que... En fín...nunca se acaba de disfrutar en el recuerdo.
El milagro de nuestra vida es que ningún sentido es independiente de los demás. Todo forma una cadena tejiendo una maraña tan personal y única como somos nosotros mismos. Hoy he disfrutado escribiendo este texto pensando en el disgusto de quién no me haya comprendido o no esté de acuerdo...quizás lo más hermoso de todo sea esta frase: " La riqueza está en todo aquello que nos hace diferentes y aporta algo...hasta un disgusto".
Me gustaría que este texto quedara abierto y cada cual aportara todo aquello que le dicen sus cinco sentidos. Se llenarían páginas ¿verdad?...
Una imagen, es el silencio de las palabras; la impresión de la realidad que se mezcla con el asombro de lo nunca visto o la indiferencia; lo que de alguna manera se creía olvidado y no se olvidó... Es aquello que siempre abre en mi imaginación el poder evocar lo vivido o lo fantástico.
Un olor habla mucho sobre aquello que adoro, desprecio o me da igual pero, sobre todo, marca en mi memoria de una forma implacable su huella; todo ese mundo interior que llevo y que se me vuelca en tan infinitos matizes como recuerdos...
Sentir el tacto de las cosas me despierta mucha sensibilidad. Acariciar la textura del mundo es como tener ojos en la piel y el gusto del paladar. De todo ello guardo cosas íntimas pero lo que más me puede es esa piel que acaricié en el cuello de una mujer.
El sentido del gusto es a mi entender la oscuridad; lo que empieza y termina en un recuerdo, un beso que no se olvida o un enorme placer para los sentidos, una fruta vana de sabor o aquello que... En fín...nunca se acaba de disfrutar en el recuerdo.
El milagro de nuestra vida es que ningún sentido es independiente de los demás. Todo forma una cadena tejiendo una maraña tan personal y única como somos nosotros mismos. Hoy he disfrutado escribiendo este texto pensando en el disgusto de quién no me haya comprendido o no esté de acuerdo...quizás lo más hermoso de todo sea esta frase: " La riqueza está en todo aquello que nos hace diferentes y aporta algo...hasta un disgusto".
Me gustaría que este texto quedara abierto y cada cual aportara todo aquello que le dicen sus cinco sentidos. Se llenarían páginas ¿verdad?...
Humo
Aún me embelesa el humo de aquel cigarrillo que juega en el vacío. Mi vista, ausente de todo, se hace borrosa siguiéndolo . En su ascensión carente de cualquier corriente de aire, marca una línea recta perfecta hasta que termina por deshacerse en filigranas. El humo me transporta a las mil y una noches y ese recuerdo, me hace volar de una manera tan placentera que yo mismo quisiera ser devorado por unos labios.
Aquel humo, se retuerce en su ascensión para crear autenticas obras de arte a la vez que atraviesa los rayos de sol en la ventana para mezclarse entre infinidad de motas flotantes...motas de polvo que se desplazan tan tranquilas, como si se hubieran tomado un valium; aburridas, sin saber a dónde ir como viajeras perdidas visibles a los rayos del sol.
Al espectáculo no falta la típica mosca indecisa que con sus constantes cambios de sentido, no respeta las leyes del humo y del polvo en suspensión. Parece que huye de un incendio buscando la libertad y chocando continuamente contra el vidrio de la ventana. Le doy otra calada al cigarrillo para lanzar el humo contra el haz de luz. Se crea una auténtica revolución y las motas se vuelven locas. Todo se torna del color azulado de mi humo y pienso...este será mi último cigarrillo.
Aquel humo, se retuerce en su ascensión para crear autenticas obras de arte a la vez que atraviesa los rayos de sol en la ventana para mezclarse entre infinidad de motas flotantes...motas de polvo que se desplazan tan tranquilas, como si se hubieran tomado un valium; aburridas, sin saber a dónde ir como viajeras perdidas visibles a los rayos del sol.
Al espectáculo no falta la típica mosca indecisa que con sus constantes cambios de sentido, no respeta las leyes del humo y del polvo en suspensión. Parece que huye de un incendio buscando la libertad y chocando continuamente contra el vidrio de la ventana. Le doy otra calada al cigarrillo para lanzar el humo contra el haz de luz. Se crea una auténtica revolución y las motas se vuelven locas. Todo se torna del color azulado de mi humo y pienso...este será mi último cigarrillo.
martes, 25 de agosto de 2009
Amor sutil
Me conformo con la belleza de tus silencios.
Me calmo en la frescura de tus suspiros;
del recogimiento en las tardes de otoño...
...de verte, sin verte y
de hacerme vibrar cuando mis lágrimas afloran.
Tan lejanos estamos en la distancia como
cercanos en nuestro pensamiento.
Algo irreal convierte las palabras en sueño
y el sueño es un ensayo hecho realidad...
la realidad en calor del sentimiento y
el sentimiento, en la ventura de vivir.
Me calmo en la frescura de tus suspiros;
del recogimiento en las tardes de otoño...
...de verte, sin verte y
de hacerme vibrar cuando mis lágrimas afloran.
Tan lejanos estamos en la distancia como
cercanos en nuestro pensamiento.
Algo irreal convierte las palabras en sueño
y el sueño es un ensayo hecho realidad...
la realidad en calor del sentimiento y
el sentimiento, en la ventura de vivir.
lunes, 24 de agosto de 2009
Limpia
Cuando estoy agotada,
extiendo mis brazos
para volver a ser yo.
Abro mi ventana a la Luna y
siento el beso de esta bendita tierra.
Camino sin miedo...descalza
extendiendo mis brazos y
oxigenando mis pulmones,
tomando la fuerza del aire tal
como si fuera algo primigenio.
Siento volver a esta realidad
a mi vida...
a ser yo como tú me ves y a
sentir aquello que es eterno...
...a ser la magia de ser quién soy...
Para mi amiga Silvia.
extiendo mis brazos
para volver a ser yo.
Abro mi ventana a la Luna y
siento el beso de esta bendita tierra.
Camino sin miedo...descalza
extendiendo mis brazos y
oxigenando mis pulmones,
tomando la fuerza del aire tal
como si fuera algo primigenio.
Siento volver a esta realidad
a mi vida...
a ser yo como tú me ves y a
sentir aquello que es eterno...
...a ser la magia de ser quién soy...
Para mi amiga Silvia.
jueves, 20 de agosto de 2009
Marinero sin fortuna
Aquel marinero ahogaba su llanto en una botella de ron. Los ojos se perdían en la nada asfixiados por el humo de los cigarrillos y del alcohol; hacía que el sentimiento se hiciera tan espeso que el corazón martilleaba en sus sienes. Era noche de principios de Febrero en una posada de malas compañías. Todo rastro de razón le convertía en un ser pensante desvanecido por el trágico embiste de la vida. Sólo quedaban sus sentimientos, sentimientos encadenados al alcohol y tan oscuros que le oprimían el pecho hasta dolerle.
Bebía para olvidar aquella chica que conoció en el mar del Japón; frágil de osamenta así como implacable en el arte de amar. Con el paso del tiempo vinieron muchos abriles y muchos puertos, muchas mujeres de mala vida y borracheras que terminaban en cualquier callejón lejos de los guardias del puerto pero aquella musa del Oriente, le dejó una indeleble huella en lo más profundo del corazón. Ni el tiempo, ni aquellas mujeres que eran tan voluptuosamente bellas así como otras que rayaban la vulgaridad en la miseria, pudieron ocupar tan preciado lugar.
Cada amanecer, cuando el sol despuntaba en el oriente, su cuerpo temblaba pidiendo un nuevo trago de alcohol como si su destino se viera marcado al fracaso desde aquel día en que se separó de ella. El sol venía cargado de recuerdos y aquella cálida luz hacía hervir la sangre de su cuerpo maltrecho. Ese sol no era el de la esperanza de un marino en alta mar sino, el rayo del poderoso Júpiter atravesándole el corazón para matarlo de nostalgia.
Estaba echado sobre su propio vómito en el puerto de una ciudad que ahora no recordaba su nombre. Aquel día el mar estaba en calma y su brisa atravesaba la piel más curtida. Dejó caer la botella de aquel ron añejo que fue rodando hasta caer al mar...allá donde estaba su porvenir...allá donde chocó con otra botella que contenía un mensaje del mar del Japón: Era la voz de Erin buscándolo en ninguna parte desde el otro confín del mundo. Las dos botellas se rompieron y ahora, mecida por las olas del mar, una hoja de papel llora tinta azul.
Por Erin Sunako y yo
Bebía para olvidar aquella chica que conoció en el mar del Japón; frágil de osamenta así como implacable en el arte de amar. Con el paso del tiempo vinieron muchos abriles y muchos puertos, muchas mujeres de mala vida y borracheras que terminaban en cualquier callejón lejos de los guardias del puerto pero aquella musa del Oriente, le dejó una indeleble huella en lo más profundo del corazón. Ni el tiempo, ni aquellas mujeres que eran tan voluptuosamente bellas así como otras que rayaban la vulgaridad en la miseria, pudieron ocupar tan preciado lugar.
Cada amanecer, cuando el sol despuntaba en el oriente, su cuerpo temblaba pidiendo un nuevo trago de alcohol como si su destino se viera marcado al fracaso desde aquel día en que se separó de ella. El sol venía cargado de recuerdos y aquella cálida luz hacía hervir la sangre de su cuerpo maltrecho. Ese sol no era el de la esperanza de un marino en alta mar sino, el rayo del poderoso Júpiter atravesándole el corazón para matarlo de nostalgia.
Estaba echado sobre su propio vómito en el puerto de una ciudad que ahora no recordaba su nombre. Aquel día el mar estaba en calma y su brisa atravesaba la piel más curtida. Dejó caer la botella de aquel ron añejo que fue rodando hasta caer al mar...allá donde estaba su porvenir...allá donde chocó con otra botella que contenía un mensaje del mar del Japón: Era la voz de Erin buscándolo en ninguna parte desde el otro confín del mundo. Las dos botellas se rompieron y ahora, mecida por las olas del mar, una hoja de papel llora tinta azul.
Por Erin Sunako y yo
miércoles, 19 de agosto de 2009
El valor de la respuesta
Te pregunto y
me miras sin apartar la mirada.
Sostienes mis pupilas en tus pupilas
con el valor de aún sentirme muy cerca.
No callas ahora y
a pesar de la vida con
a pesar de los silencios,
me dices que me quieres.
me miras sin apartar la mirada.
Sostienes mis pupilas en tus pupilas
con el valor de aún sentirme muy cerca.
No callas ahora y
a pesar de la vida con
a pesar de los silencios,
me dices que me quieres.
martes, 18 de agosto de 2009
Tomates frescos
A principios de los 80 Serrat decía en una canción que las manzanas ya no huelen... La gente mayor a la que escucho no dejan de hablarme de aquellos tiempos en los que no paraba de llover y que se criaban frutas y verduras tan apreciables como la salud. Pero también escucho que la esperanza de vida en la gente aumenta y su calidad de vida también.
Tengo una amiga que trabaja en un laboratorio de medicamentos y me dice que los medicamentos que hacen son para mantener pero no para curar....que el money es el money...a mis 41 años y pasando por donde he pasado, aprecio el ecologismo como fiebre del oro culinario pero podeis estar tranquilos que al comer algo ecológico a estas alturas, no nos quitan lo bailado...o mejor dicho: "Lo consumido".
Tengo una amiga que trabaja en un laboratorio de medicamentos y me dice que los medicamentos que hacen son para mantener pero no para curar....que el money es el money...a mis 41 años y pasando por donde he pasado, aprecio el ecologismo como fiebre del oro culinario pero podeis estar tranquilos que al comer algo ecológico a estas alturas, no nos quitan lo bailado...o mejor dicho: "Lo consumido".
La mujer de hace un momento
Te sientes sola y no lo estás.
Sufres del silencio y
del miedo a lo que te pueda pasar...
...de la indiferencia de los demás.
Entras en cada corazón pero
olvidas ese calor que dás.
Vives en quién te conoce y
temes de su olvido...
No olvides
que nadie te olvida
pero a pesar de todo,
no olvides que
los dos sabemos del olvido...
Para Ángeles.
Sufres del silencio y
del miedo a lo que te pueda pasar...
...de la indiferencia de los demás.
Entras en cada corazón pero
olvidas ese calor que dás.
Vives en quién te conoce y
temes de su olvido...
No olvides
que nadie te olvida
pero a pesar de todo,
no olvides que
los dos sabemos del olvido...
Para Ángeles.
domingo, 16 de agosto de 2009
Nacimiento de una lágrima
Después de todo lo que te he dicho me fijo en tu mirada.
Tu pupila se humedece de emoción y...
todo lo que miras se vuelve cristalino... borroso.
El sentimiento se inunda de emotividad y yo,
aun permanezco atento a tus ojos.
Parpadeas porque sientes que tus pupilas necesitan un descanso y...
cuando cierras los ojos, cae una lágrima...
Tu pupila se humedece de emoción y...
todo lo que miras se vuelve cristalino... borroso.
El sentimiento se inunda de emotividad y yo,
aun permanezco atento a tus ojos.
Parpadeas porque sientes que tus pupilas necesitan un descanso y...
cuando cierras los ojos, cae una lágrima...
Cuento a Miguel
IMAGINO MIGUEL CUANDO SEA MAYOR Y ME RECUERDE.....
El viento silbaba tan melódico como lo hacia Wim Mertens en una de sus melodías. Las hojas secas, bailaban dentro de remolinos de aire evocando la rebeldía de su niñez mientras que el Otoño de su mirada, languidecía en un suspiro antes de dar paso al Invierno. Todo era cansancio y quietud dentro de su pensamiento. La vida le había enseñado muchas cosas pero el saber más importante, se le había escapado de entre las manos como la fina arena de una playa. Miguel ya era mayor. Su recuerdo volaba como una de tantas hojas marchitas que arrastraba el viento... fue entonces, cuando aparece en el recuerdo su tío Domingo.
Los cuentos de su tito Domin se guardaban en la memoria aunque las más veces, el paso del tiempo lo engañaba y confundía hasta sacarlo de quicio. Miguel ya no era Miguelito y como su tito decía, ¨ La vida es una noria que no deja de dar vueltas y mas vueltas...siempre lo mismo y todo por aprender ¨ (filosofía barata). Los sonidos de aquellas palabras se mezclaban con la fantasía de una persona madura pero la ilusión de aquel niño, siempre perduró. Recordó un cuento que empezaba así:
MOSCAS EN LA CABEZA
Miguelito tenia decenas de moscas en la cabeza !!que digo decenas!! cientos y cientos de moscas. Eso le decía su tito Domin. Las tenía verdes como los mocos de su nariz porque eran ecologistas, azules como el mar porque eran de ciencias marítimas, las tenía negras como la caca de su culo porque investigaban el universo y también, las había perfectas por ser matemáticas. Precisamente estas últimas abundaban más que las otras y podría decirse que en la cabeza de sus padres, también había un gran número de moscas perfectas. En la cabeza de su tío Domingo abundaban más las moscas con forma de letra porque eran literarias y también las que zumbaban melódicamente por ser musicales.
Una noche, mientras dormía con la mosca del sueño, Miguel soñó que tenía en su poder la mosca del saber. Se la había robado al genio de la sabiduría que era un hombre de cabeza tan grande como la rueda de un camión y el cuerpo tan delgado como un mondadientes. La mosca se llamaba Abundancia y era prima de otra que era mas simple y que se llamaba Abundia. Cuando Miguelito quiso incorporar en su cabeza a la mosca del saber, sintió como su cuerpo se ponía cada vez más delgado y su cabeza cada vez más gorda. De pronto, Miguelito comenzó a ver las cosas de una manera diferente y su inteligencia crecía y crecía aún más. La verdad de todo desfilaba ante sus ojos con la claridad que antes no tenía. Sus ansias de saber se mutiplicaban por 20 y la rapidez de su mente, se disparaba a mil por hora. Tomó en cada mano un lápiz y en dos hojas de papel, escribía por separado las ecuaciones más difíciles de matemáticas...Miguelito lo sabía todo.
El genio de la sabiduría estaba muy enfadado por perder su mosca y cuando se enteró quien había sido el ladrón, fue a hablar con la mosca del sueño para que Miguel despertara y se la devolviera. Fue imposible. Miguel no cedía ni por todo el oro del mundo. Llorando pedía que lo dejaran en paz hasta que comprendiera el infinito saber de todo.
Todo termino cuando su madre lo despertó. De un salto, se incorporó en la cama dando gritos y más gritos. Todo el saber que creía tener lo ocupó Abundia y Miguel, llorando como solo el lo sabe hacer, decía: ...!!!MI MOSCA !!! !!!!!MI MOSCA!!!!! ¿QUE ES EL INFINITOOO? ¿CÓMO PUEDO ENTENDERLO AHORA? JUAAAAA JUAAAAA JUAAAAA . Pero cuando se calmó abrazado a ella, sintió el amor protector que se podía tocar y eso, no tenía precio ni ocupaba saber.
El viento silbaba tan melódico como lo hacia Wim Mertens en una de sus melodías. Las hojas secas, bailaban dentro de remolinos de aire evocando la rebeldía de su niñez mientras que el Otoño de su mirada, languidecía en un suspiro antes de dar paso al Invierno. Todo era cansancio y quietud dentro de su pensamiento. La vida le había enseñado muchas cosas pero el saber más importante, se le había escapado de entre las manos como la fina arena de una playa. Miguel ya era mayor. Su recuerdo volaba como una de tantas hojas marchitas que arrastraba el viento... fue entonces, cuando aparece en el recuerdo su tío Domingo.
Los cuentos de su tito Domin se guardaban en la memoria aunque las más veces, el paso del tiempo lo engañaba y confundía hasta sacarlo de quicio. Miguel ya no era Miguelito y como su tito decía, ¨ La vida es una noria que no deja de dar vueltas y mas vueltas...siempre lo mismo y todo por aprender ¨ (filosofía barata). Los sonidos de aquellas palabras se mezclaban con la fantasía de una persona madura pero la ilusión de aquel niño, siempre perduró. Recordó un cuento que empezaba así:
MOSCAS EN LA CABEZA
Miguelito tenia decenas de moscas en la cabeza !!que digo decenas!! cientos y cientos de moscas. Eso le decía su tito Domin. Las tenía verdes como los mocos de su nariz porque eran ecologistas, azules como el mar porque eran de ciencias marítimas, las tenía negras como la caca de su culo porque investigaban el universo y también, las había perfectas por ser matemáticas. Precisamente estas últimas abundaban más que las otras y podría decirse que en la cabeza de sus padres, también había un gran número de moscas perfectas. En la cabeza de su tío Domingo abundaban más las moscas con forma de letra porque eran literarias y también las que zumbaban melódicamente por ser musicales.
Una noche, mientras dormía con la mosca del sueño, Miguel soñó que tenía en su poder la mosca del saber. Se la había robado al genio de la sabiduría que era un hombre de cabeza tan grande como la rueda de un camión y el cuerpo tan delgado como un mondadientes. La mosca se llamaba Abundancia y era prima de otra que era mas simple y que se llamaba Abundia. Cuando Miguelito quiso incorporar en su cabeza a la mosca del saber, sintió como su cuerpo se ponía cada vez más delgado y su cabeza cada vez más gorda. De pronto, Miguelito comenzó a ver las cosas de una manera diferente y su inteligencia crecía y crecía aún más. La verdad de todo desfilaba ante sus ojos con la claridad que antes no tenía. Sus ansias de saber se mutiplicaban por 20 y la rapidez de su mente, se disparaba a mil por hora. Tomó en cada mano un lápiz y en dos hojas de papel, escribía por separado las ecuaciones más difíciles de matemáticas...Miguelito lo sabía todo.
El genio de la sabiduría estaba muy enfadado por perder su mosca y cuando se enteró quien había sido el ladrón, fue a hablar con la mosca del sueño para que Miguel despertara y se la devolviera. Fue imposible. Miguel no cedía ni por todo el oro del mundo. Llorando pedía que lo dejaran en paz hasta que comprendiera el infinito saber de todo.
Todo termino cuando su madre lo despertó. De un salto, se incorporó en la cama dando gritos y más gritos. Todo el saber que creía tener lo ocupó Abundia y Miguel, llorando como solo el lo sabe hacer, decía: ...!!!MI MOSCA !!! !!!!!MI MOSCA!!!!! ¿QUE ES EL INFINITOOO? ¿CÓMO PUEDO ENTENDERLO AHORA? JUAAAAA JUAAAAA JUAAAAA . Pero cuando se calmó abrazado a ella, sintió el amor protector que se podía tocar y eso, no tenía precio ni ocupaba saber.
jueves, 13 de agosto de 2009
El testamento
Caían las primeras nieves del invierno y el Marqués de la Encina ya sabía que pronto le llegaría su fin. Era hombre de principios justos tal y como lo fueron sus progenitores. Amaba la vida más que nadie y quizás fuera por su educación y linaje que sólo permitía dar la confianza a la gente que fuera noble de verdad. Aquella noche de Navidad era sin duda su última noche. Los recuerdos desfilaban en orden cronológico y le pesaban en la conciencia más que la edad. Un sirviente, antes de retirarse y con ojos llorosos le preguntó si deseaba algo más antes de irse a descansar. El marqués le dijo que se acercara que tenía que hablar con el.
- Dígame señor.
- Andrés no me llores más porque yo lloro también.¿ Cómo va lo de Massachusetts ?.
- Tal y como son sus deseos señor...El avión está al llegar.
- Tu conoces Andrés mejor que yo sobre la naturaleza humana y que dentro de poco, serás como un padre para mi linaje. Tendrás enemigos de uñas afiladas y... gente indeseable...¿Estarás preparado?
- Andrés asintió y le dijo: Usted sabe que nunca pensé en usted como si fuera mi señor, sino como alguien sabio que da ejemplo con su vida: Un maestro que enseña a vivir para vivir.
- Lo que más me ha costado en este mundo es dejar esta vida_ dijo el Marqués_. He luchado contra la enfermedad lo indecible y los médicos me decían que no malgastara más el dinero...que era inútil. Así pues, hace un año tuve esta idea. Parece descabellada pero ya verás como nos reímos tú y yo. Antes de reunirme con Dios, quisiera que nuestra despedida fuera la de dos amigos que se separan en un punto y seguido.
Andrés dobló sus rodillas tomando en sus manos las manos de quien fue su amigo de verdad. Le dijo que jamás en la vida pudo saber cómo un hombre de tal fortuna y poder tenía la humildad de un hombre sencillo...que no lo defraudaría.
- Ahora debes de retirarte. Quiero estar solo.
Andrés echó más leña a la chimenea y sin decir nada se retiró.
Al amanecer cantaban los gorriones buscando alimento por los tejados y los gallos llevaban tiempo anunciando el alba. El Marqués de la Encina murió en soledad: Tal y como él lo quiso.
Las pompas fúnebres fueron de lo más concurridas. El Marqués sólo tenía como descendencia a tres sobrinos y cuatro primos segundos: Todos llorando por fuera y felices por dentro pues la dote consistía en una de las fortunas más grandes de España. Durante el sepelio desfilaron gente humilde y gente de la nobleza así como gentes desconocidas y rezadoras de rosarios de los más variopintos sitios de España. Las coronas de difunto ya no cabían por ninguna parte y el libro de las firmas para los condolientes se agotó. Pero... ¿Cómo se repartiría el testamento del difunto?. Los clérigos pensaban que por ser el Marques hombre cristiano y dado a la iglesia se acordaría de ellos. Los sobrinos pensaban en coger el mejor de los pellizcos y los primos segundos estaban tranquilos y sin cuidado alguno pues alguien tan noble como su tío les dejaría un buen recuerdo. El caso es que aquel entierro se convirtió en una lotería donde cada cual hacía su apuesta.
Al día siguiente los clérigos llamados a testamento, sobrinos y primos ya estaban en la notaría para dar gracias a Dios por aquello que iban a recibir. El notario dijo ante todo que por orden del difunto leería una circular que había llegado de la universidad de Massachusetts. Todos se quedaron extrañados y nadie entendió el mensaje por no saber interpretar exactamente aquella traducción del inglés. A continuación el Sr. notario sacó un sobre lacrado con un comunicado del difunto Marqués. Decía esto:
Quién fuera que fuese,
ahora lo sigo siendo.
Quienes seguís siendo por estar vivos,
lloráis de alguna manera por aquel quién se fue.
He de deciros que no lloréis más pues...
atrasé las manillas del reloj.
Reid pues y no llorad,
que aparezco en un plis-plas.
Todo el mundo se quedó en suspense. El notario no puede aguantar la risa y dice que sólo hay un heredero de toda esa fortuna: "El Marqués de la Encina". El silencio se hace rotundo con una interrogación. Se abre una puerta y aparece Andrés (padre adoptivo) con un bebé en sus brazos...EL MARQUES SE HA CLONADO.
- Dígame señor.
- Andrés no me llores más porque yo lloro también.¿ Cómo va lo de Massachusetts ?.
- Tal y como son sus deseos señor...El avión está al llegar.
- Tu conoces Andrés mejor que yo sobre la naturaleza humana y que dentro de poco, serás como un padre para mi linaje. Tendrás enemigos de uñas afiladas y... gente indeseable...¿Estarás preparado?
- Andrés asintió y le dijo: Usted sabe que nunca pensé en usted como si fuera mi señor, sino como alguien sabio que da ejemplo con su vida: Un maestro que enseña a vivir para vivir.
- Lo que más me ha costado en este mundo es dejar esta vida_ dijo el Marqués_. He luchado contra la enfermedad lo indecible y los médicos me decían que no malgastara más el dinero...que era inútil. Así pues, hace un año tuve esta idea. Parece descabellada pero ya verás como nos reímos tú y yo. Antes de reunirme con Dios, quisiera que nuestra despedida fuera la de dos amigos que se separan en un punto y seguido.
Andrés dobló sus rodillas tomando en sus manos las manos de quien fue su amigo de verdad. Le dijo que jamás en la vida pudo saber cómo un hombre de tal fortuna y poder tenía la humildad de un hombre sencillo...que no lo defraudaría.
- Ahora debes de retirarte. Quiero estar solo.
Andrés echó más leña a la chimenea y sin decir nada se retiró.
Al amanecer cantaban los gorriones buscando alimento por los tejados y los gallos llevaban tiempo anunciando el alba. El Marqués de la Encina murió en soledad: Tal y como él lo quiso.
Las pompas fúnebres fueron de lo más concurridas. El Marqués sólo tenía como descendencia a tres sobrinos y cuatro primos segundos: Todos llorando por fuera y felices por dentro pues la dote consistía en una de las fortunas más grandes de España. Durante el sepelio desfilaron gente humilde y gente de la nobleza así como gentes desconocidas y rezadoras de rosarios de los más variopintos sitios de España. Las coronas de difunto ya no cabían por ninguna parte y el libro de las firmas para los condolientes se agotó. Pero... ¿Cómo se repartiría el testamento del difunto?. Los clérigos pensaban que por ser el Marques hombre cristiano y dado a la iglesia se acordaría de ellos. Los sobrinos pensaban en coger el mejor de los pellizcos y los primos segundos estaban tranquilos y sin cuidado alguno pues alguien tan noble como su tío les dejaría un buen recuerdo. El caso es que aquel entierro se convirtió en una lotería donde cada cual hacía su apuesta.
Al día siguiente los clérigos llamados a testamento, sobrinos y primos ya estaban en la notaría para dar gracias a Dios por aquello que iban a recibir. El notario dijo ante todo que por orden del difunto leería una circular que había llegado de la universidad de Massachusetts. Todos se quedaron extrañados y nadie entendió el mensaje por no saber interpretar exactamente aquella traducción del inglés. A continuación el Sr. notario sacó un sobre lacrado con un comunicado del difunto Marqués. Decía esto:
Quién fuera que fuese,
ahora lo sigo siendo.
Quienes seguís siendo por estar vivos,
lloráis de alguna manera por aquel quién se fue.
He de deciros que no lloréis más pues...
atrasé las manillas del reloj.
Reid pues y no llorad,
que aparezco en un plis-plas.
Todo el mundo se quedó en suspense. El notario no puede aguantar la risa y dice que sólo hay un heredero de toda esa fortuna: "El Marqués de la Encina". El silencio se hace rotundo con una interrogación. Se abre una puerta y aparece Andrés (padre adoptivo) con un bebé en sus brazos...EL MARQUES SE HA CLONADO.
miércoles, 12 de agosto de 2009
Un estado de lucidez especial
Una canción se escuchaba en la radio desde alguna emisora. La cantante poseía una voz rota, grave y tierna a la vez, con un tono macerado por los años y la experiencia tal y como se madura un sentimiento con el paso del tiempo; voz domada con nobleza después de tener tantos tropiezos y de querer seguir viviendo al cabo de tanto vivir... Alberto entró en un estado de iluminación y deseaba escuchar aquella cantante infinitamente pues descubrió en esa mujer algo verdaderamente genuino que el también llevaba. Se había identificado con aquella voz nada más escucharla y en su entonación, se intuía un alma tan gastada como unos zapatos viejos que han sido muy domados al caminar. Era curioso desear la vida con tanto ímpetu después de tener tantas caigas pues lo corriente es claudicar y rendirse. Aquella cantante ponía el alma en cada palabra así como lo hace un poeta en sus versos. Era la una de la madrugada de un 14 del mes de abril y Morfeo quiso que Alberto disfrutara de aquella canción con la claridad y la lucidez de cuando se resuelven los problemas en momentos en donde el sueño y la claridad de las ideas, hacen las paces. Terminó la canción y Alberto abrió los ojos con una sonrisa. ¿Cómo es que no conocía a aquella mujer?...No tenía perdón del cielo...
Dedicado a Chavela Vargas.
Dedicado a Chavela Vargas.
El último de los Gumede
Me llamo Ildefonso Álvarez Gumede. Soy ciudadano del Reino de España y del mundo entero por gracia de Dios pero en particular, de la localidad costera de Isla Cristina (Huelva) . Desde hace años inmemoriales mi familia vive en esta provincia para llevar con orgullo el apodo de "Los zahinos". Siempre me extrañó este alias por tener mi familia tan oculto el pudor de un pasado lejano pero... tan noble como el que más. En toda la estirpe de mi descendencia por parte materna tenemos la marca del mismo pasado justo en los labios, ya que poseemos unos enormes labios en honor a un antepasado llamado - Abeeku Gumede-. Fue ciudadano cristiano de esta localidad, monaguillo suplente y afamado cantaor de flamenco desde que se descubrió su facilidad en entonar los más variados palos del cante jondo. Era tan conocido como el más afamado cataor de la actualidad y quizás la mejor herencia que nos dejó, no fueron sus labios colgueros sino su magnífico oído capaz de apreciar de un solo golpe cualquier estilo de música sea del país que sea. Sin ir más lejos, mi tía abuela de 90 años Encarnación Gumede García, le encanta Frank Zappa y Miles Davis además de escuchar con regularidad a su amor platónico: Van Morrison. Abeeku Gumede era poeta pionero del mestizaje en el sentimiento y la mayoría de la gente de aquel entonces no entendía muy bien sus mensajes mestizos. Decía algo así como...
Oh!! Bella luna de Isla Cristina como en la sabana de África.
Vine de la nada buscando hospitalidad
y encontré además amor.
Mis dioses son ahora un Dios y
pienso en lo ambiguo que es el ser humano.
Culturas diferentes para quién no las ha vivido.
Palabras que se enredan entre África y España.
Maestro, tú que me enseñas latín para ser cristiano,
¿crees en verdad en el idioma escrito?
No
El idioma no tiene palabras.
Decía que África y Isla Cristina eran para el una única tierra. Cuando recitaba aquellos versos, había gente que no entendía para nada su significado y gente seguidora de su historia que lo consideraba un santo reencarnado en una piel negra; alguien a quién venerar pues en la vida se había conocido persona tan sensible a todo con una piel tan negra y brillosa como la de aquel hombre venido de ultramar... Así, Abeeku Gumede fue venerado como un enviado del divino y...hasta sabio artista.
Su mujer se llamaba Felisa Fernández Fernández y era natural de dicha localidad. Fue mujer sencilla y simple de pensamiento tanto como descuidada en el vestir por no ser coqueta. Era adicta a las coquinas que recogía de la playa de Isla Cristina al bajar la marea y algo dada al vino de la barrica de su padre porque decía que la ayudaba a estar más cerca de Dios y de su tristeza. Al parecer, no era agraciada en belleza y según decía mi madre, tenía un tic nervioso que le hacía dar guiños por doquier a cualquier persona con la que se tropezara y hasta hubo incluso lenguas que decían eso de que alguna mujer de dudosa reputación también se los guiñaba. Así pues, fue considerada como mujer promiscua y pecadora de ambos sexos...
El encuentro de Abeeku y Felisa fue toda una sorpresa. Ella, como cada atardecer, recogía coquinas para la cena y él, consiguió llegar a aquella playa huyendo de un barco cargado de esclavos con dirección al muevo mundo. Felisa era algo miope y a la poca luz del atardecer, le pareció que era un ser con quemaduras oscuras buscando alivio en las aguas del mar. Al acercarse, comprobó que era un hombre desnudo de piel oscura y mirada asustadiza. Hablaba alguna lengua desconocida y Felisa le ofreció su hospitalidad.
Pasaron los años y hubo descendencia. Pasaron las generaciones y la piel se fue aclarando más y más en sus descendientes aunque los labios y el oído musical de Abeeku Gumede, seguían dando fe de que alguien que vino de ultramar dejó su huella. Las malas lenguas pusieron a mi familia " Los zahinos" por el color de nuestra piel y en el día de hoy nos llaman así por cariño más que nada.
Veo en los telediarios una inmensidad de mujeres embarazadas...niños que a su corta edad ya son hombres...gente que sólo busca trabajo y algún dinero para enviar a su familia y que cruzan el estrecho a sabiendas de que todo puede ser un sueño muy caro de pagar.Así pués a mis 50 años y viendo que mi segundo apellido va a desaparecer por falta de descendencia directa, no veo que por vergüenza deba de ocultar la historia de los Gumede.
Ante todo el apellido Gumede es la huella de la libertad y no del dolor. También de la vida por vivir...
Oh!! Bella luna de Isla Cristina como en la sabana de África.
Vine de la nada buscando hospitalidad
y encontré además amor.
Mis dioses son ahora un Dios y
pienso en lo ambiguo que es el ser humano.
Culturas diferentes para quién no las ha vivido.
Palabras que se enredan entre África y España.
Maestro, tú que me enseñas latín para ser cristiano,
¿crees en verdad en el idioma escrito?
No
El idioma no tiene palabras.
Decía que África y Isla Cristina eran para el una única tierra. Cuando recitaba aquellos versos, había gente que no entendía para nada su significado y gente seguidora de su historia que lo consideraba un santo reencarnado en una piel negra; alguien a quién venerar pues en la vida se había conocido persona tan sensible a todo con una piel tan negra y brillosa como la de aquel hombre venido de ultramar... Así, Abeeku Gumede fue venerado como un enviado del divino y...hasta sabio artista.
Su mujer se llamaba Felisa Fernández Fernández y era natural de dicha localidad. Fue mujer sencilla y simple de pensamiento tanto como descuidada en el vestir por no ser coqueta. Era adicta a las coquinas que recogía de la playa de Isla Cristina al bajar la marea y algo dada al vino de la barrica de su padre porque decía que la ayudaba a estar más cerca de Dios y de su tristeza. Al parecer, no era agraciada en belleza y según decía mi madre, tenía un tic nervioso que le hacía dar guiños por doquier a cualquier persona con la que se tropezara y hasta hubo incluso lenguas que decían eso de que alguna mujer de dudosa reputación también se los guiñaba. Así pues, fue considerada como mujer promiscua y pecadora de ambos sexos...
El encuentro de Abeeku y Felisa fue toda una sorpresa. Ella, como cada atardecer, recogía coquinas para la cena y él, consiguió llegar a aquella playa huyendo de un barco cargado de esclavos con dirección al muevo mundo. Felisa era algo miope y a la poca luz del atardecer, le pareció que era un ser con quemaduras oscuras buscando alivio en las aguas del mar. Al acercarse, comprobó que era un hombre desnudo de piel oscura y mirada asustadiza. Hablaba alguna lengua desconocida y Felisa le ofreció su hospitalidad.
Pasaron los años y hubo descendencia. Pasaron las generaciones y la piel se fue aclarando más y más en sus descendientes aunque los labios y el oído musical de Abeeku Gumede, seguían dando fe de que alguien que vino de ultramar dejó su huella. Las malas lenguas pusieron a mi familia " Los zahinos" por el color de nuestra piel y en el día de hoy nos llaman así por cariño más que nada.
Veo en los telediarios una inmensidad de mujeres embarazadas...niños que a su corta edad ya son hombres...gente que sólo busca trabajo y algún dinero para enviar a su familia y que cruzan el estrecho a sabiendas de que todo puede ser un sueño muy caro de pagar.Así pués a mis 50 años y viendo que mi segundo apellido va a desaparecer por falta de descendencia directa, no veo que por vergüenza deba de ocultar la historia de los Gumede.
Ante todo el apellido Gumede es la huella de la libertad y no del dolor. También de la vida por vivir...
domingo, 9 de agosto de 2009
Balanza de sentimientos
.
Tomaste mi mano y
siento lo que sentiste.
Te miré a los ojos y
parecían como que querías dar.
De un golpe,
me robas el corazón.
De un golpe,
tú me das el tuyo.
Tomaste mi mano y
siento lo que sentiste.
Te miré a los ojos y
parecían como que querías dar.
De un golpe,
me robas el corazón.
De un golpe,
tú me das el tuyo.
sábado, 8 de agosto de 2009
Un toque de disculpa
.
Quizás pensaste que te olvidé
y no fué así.
Pudiste pensar mil cosas
y yo sólo una.
De lo que sí puedes estar segura,
es que estos versos y los otros...
Siguen siendo para tí...
Para Victoria.
Quizás pensaste que te olvidé
y no fué así.
Pudiste pensar mil cosas
y yo sólo una.
De lo que sí puedes estar segura,
es que estos versos y los otros...
Siguen siendo para tí...
Para Victoria.
jueves, 6 de agosto de 2009
Imaginación y creatividad
Las puertas de la inspiración pueden llevar al que escribe a unos momentos que por ser sublimes, arañan aquello tan profundo y emotivo que se sintió una vez. Sus palabras pueden ser asequibles de comprender y su mensaje cala en cualquier corazón.
Hoy he vuelto a eschuchar un disco que tenía olvidado en un rincón de mi estantería y de mi memoria. Recuerdo perfectamente aquello que sentí la primera vez que lo escuché; fué la nostalgia del pasado, de una niñez que se impresionaba guardando recuerdos que jamás se olvidarán. Es muy frecuente recordar durante el día cosas pasadas pues nuestro pensamiento es una veleta que apunta lo más certero; aquello que nunca se olvidó y que en el momento más inesperado, puede que solo saque la punta de un iceberg de sentimientos. Pues sí, hoy estoy melancólico... Ese niño que yo fuí no me deja tranquilo y lo peor es que de mayor también se las trae. Con la experiencia he aprendido a sobrellevar algunas cosas que nos pasan en la vida y aún así, aquello que queda grabado solo lo puede quitar el alzheimer.
Mi amigo Ángel me dice que la imaginación de los niños es un alucine en su mundo infantil y que la mía no tiene menos precio. Es verdad. Por mi pensamiento pasan los cuentos inventados que mi hermano Miguel Angel devoraba en sus ojos semicerrados como una película que se inventaba antes de dormir. Recuerdo que le narraba historias al compas de su disco favorito ( The big blue de Eric Serra). Las imágenes se sucedían una detras de otra con ojos de Steven Spielberg. A mi me hacía gracia la expresión de sus parapados semicerrados pues mi hermano que era tan inocente se lo creía todo.
Con fecuencia he deseado volver a ser aquel chiquillo de la calle Pedro Gomez que vivía las cosas de una manera... ¡¡ TAN ESPECIAL!!. Volver a ese mundo que hoy me devolvió este disco de jazz, me hace recordar a mi tio Andrés cuando refirió su también canción nostálgica; esa canción es "Los Campanilleros de La niña de La Puebla" y de sus palabras afloraron esa vida interior que lleva dentro.
Tengo estanterías llenas de CDs y la música de mi vida apenas ocupa unos 10 discos. Pienso que la vida es una cadena de sentimientos que muchas veces unen o separan a las personas. Encontrar a alguien que piense como tú y que comparta lo vivido es la mejor de las suertes pero... asesinar los recuerdos y mucho peor los sentimientos, es algo que no tiene perdon del cielo. Aún sigo pensando que hace falta una revolución de silencio...aquella que solo da el pensamiento.
...A mi hermano Miguel Angel.
Hoy he vuelto a eschuchar un disco que tenía olvidado en un rincón de mi estantería y de mi memoria. Recuerdo perfectamente aquello que sentí la primera vez que lo escuché; fué la nostalgia del pasado, de una niñez que se impresionaba guardando recuerdos que jamás se olvidarán. Es muy frecuente recordar durante el día cosas pasadas pues nuestro pensamiento es una veleta que apunta lo más certero; aquello que nunca se olvidó y que en el momento más inesperado, puede que solo saque la punta de un iceberg de sentimientos. Pues sí, hoy estoy melancólico... Ese niño que yo fuí no me deja tranquilo y lo peor es que de mayor también se las trae. Con la experiencia he aprendido a sobrellevar algunas cosas que nos pasan en la vida y aún así, aquello que queda grabado solo lo puede quitar el alzheimer.
Mi amigo Ángel me dice que la imaginación de los niños es un alucine en su mundo infantil y que la mía no tiene menos precio. Es verdad. Por mi pensamiento pasan los cuentos inventados que mi hermano Miguel Angel devoraba en sus ojos semicerrados como una película que se inventaba antes de dormir. Recuerdo que le narraba historias al compas de su disco favorito ( The big blue de Eric Serra). Las imágenes se sucedían una detras de otra con ojos de Steven Spielberg. A mi me hacía gracia la expresión de sus parapados semicerrados pues mi hermano que era tan inocente se lo creía todo.
Con fecuencia he deseado volver a ser aquel chiquillo de la calle Pedro Gomez que vivía las cosas de una manera... ¡¡ TAN ESPECIAL!!. Volver a ese mundo que hoy me devolvió este disco de jazz, me hace recordar a mi tio Andrés cuando refirió su también canción nostálgica; esa canción es "Los Campanilleros de La niña de La Puebla" y de sus palabras afloraron esa vida interior que lleva dentro.
Tengo estanterías llenas de CDs y la música de mi vida apenas ocupa unos 10 discos. Pienso que la vida es una cadena de sentimientos que muchas veces unen o separan a las personas. Encontrar a alguien que piense como tú y que comparta lo vivido es la mejor de las suertes pero... asesinar los recuerdos y mucho peor los sentimientos, es algo que no tiene perdon del cielo. Aún sigo pensando que hace falta una revolución de silencio...aquella que solo da el pensamiento.
...A mi hermano Miguel Angel.
sábado, 1 de agosto de 2009
Dedicado a Rebecca Martin
Podemos admirar una pintura, escuchar un disco, leer una mirada, perderse en los colores del atardecer o en definitiva, apreciar aquello que nos llegó una vez al corazón sin poder dar una clara explicación de esa maravilla que nos hizo sentir. El mapa del sentimiento abre en nosotros ventanas donde las palabras no tienen tan fácil acceso.
Esta tarde de primero de agosto, fué dedicada a escuchar algun disco de jazz y no me faltaron ganas para poder expresar todo eso que llevo dentro a traves de algún instrumento. Para mí esta música es el continuo descubrimiento, algo que al escucharlo se desliza por mi interior y abre veredas que tocan lo más hondo. La compenetración de varios músicos y su complejidad, el hermanamiento de cada nota en cada segundo así como su magia, hacen del jazz el deleite de lo que nunca se acaba. Toda música, graba en mi memoria cientos y cientos de temas de varios estilos diferentes y cuando vuelven a llegar a mi oido, se abre ese mágico camino que desde lo más profundo, reconoce sus notas.
Ma hace gracia recordar mi primer Stereo. Fué el mejor de los regalos que me hizo mi padre pero, para escuchar bién ese sonido, sólo era cuestión de apoyar la cabeza a cada lado de los altavoces para poder saborearlo. El dinero por aquel entonces escaseaba en mis bolsillos así que los discos de música eran escuchados y exprimidos hasta poder comprar otra cinta virgen y grabar otro LP. En aquel tiempo no hacía falta buscar buena música porque en cualquier lugar que fueras, la podías encontrar.
Hoy en día veo a chicos jóvenes que llevan coches con equipos sofisticados de sonido. Pasan por mi lado con una música estruendosa que no me dice nada sólo que, los papeles de aquella época que viví y la de ahora han cambiado al 100%. Ahora tienen dinero pero su gusto musical deja mucho que desear debido a la escasa difusión de lo que se considera música de calidad. La creatividad de los artistas pop-rock se ha visto limitada y apenas hay grupos nuevos; encontrar buena música no es nada fácil. La radio solo pone temas que se remontan a dos décadas y hace unos años, prometían la vuelta de lo que fué aquel movimiento cultural de los 80. El resultado no puede ser más patético. Así pues, yo, desde esta isla, sigo escuchando a una mujer que descubrí hace poco y resulta que es genial... Rebecca Martin...
Esta tarde de primero de agosto, fué dedicada a escuchar algun disco de jazz y no me faltaron ganas para poder expresar todo eso que llevo dentro a traves de algún instrumento. Para mí esta música es el continuo descubrimiento, algo que al escucharlo se desliza por mi interior y abre veredas que tocan lo más hondo. La compenetración de varios músicos y su complejidad, el hermanamiento de cada nota en cada segundo así como su magia, hacen del jazz el deleite de lo que nunca se acaba. Toda música, graba en mi memoria cientos y cientos de temas de varios estilos diferentes y cuando vuelven a llegar a mi oido, se abre ese mágico camino que desde lo más profundo, reconoce sus notas.
Ma hace gracia recordar mi primer Stereo. Fué el mejor de los regalos que me hizo mi padre pero, para escuchar bién ese sonido, sólo era cuestión de apoyar la cabeza a cada lado de los altavoces para poder saborearlo. El dinero por aquel entonces escaseaba en mis bolsillos así que los discos de música eran escuchados y exprimidos hasta poder comprar otra cinta virgen y grabar otro LP. En aquel tiempo no hacía falta buscar buena música porque en cualquier lugar que fueras, la podías encontrar.
Hoy en día veo a chicos jóvenes que llevan coches con equipos sofisticados de sonido. Pasan por mi lado con una música estruendosa que no me dice nada sólo que, los papeles de aquella época que viví y la de ahora han cambiado al 100%. Ahora tienen dinero pero su gusto musical deja mucho que desear debido a la escasa difusión de lo que se considera música de calidad. La creatividad de los artistas pop-rock se ha visto limitada y apenas hay grupos nuevos; encontrar buena música no es nada fácil. La radio solo pone temas que se remontan a dos décadas y hace unos años, prometían la vuelta de lo que fué aquel movimiento cultural de los 80. El resultado no puede ser más patético. Así pues, yo, desde esta isla, sigo escuchando a una mujer que descubrí hace poco y resulta que es genial... Rebecca Martin...
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