jueves, 10 de diciembre de 2020

Noches azules

 


 

 

 El pasado es un monstruo que me engulle; una estantería de mi biblioteca personal donde guardo los recuerdos de cosas aprendidas y otras por desentrañar...todo un mundo se me viene encima en lo cotidiano en fechas especiales como las que se acercan. El futuro siempre se apoyará en nuestro pasado y sin él, no somos nada.Cada cual capea el temporal de la mejor manera que sabe


Se acerca la Navidad y los días de lluvia;  son esos momentos de soledad donde el detenimiento crea un sentir especial y a la vez esa forma de ver las cosas con una lupa de aumento embriagadora. Llegan a mi casa el silencio y la soledad que arropan en la intimidad; como si en este final de año tuviera que rendir cuentas a un punto y final del 2020. Los años desfilan engarzados formando una cadena y mi memoria sin orden ni concierto, rescata detalles que unas veces me hacen reir y otras llorar.

 

Con mirada inquieta busco recuerdos como si los viera ahora mismo; recuerdo voces del pasado, músicas olvidadas, gentes que no volveré a ver más y hasta pensamientos y sueños que tuve que no vieron la luz... todo tiene la nitidez de la realidad pues ahora mis ojos se detienen en esta pausa del pasado.

 

Hoy vuelve la imagen de mi padre de forma especial. No hay Navidad que no me emocione ni Nochebuena donde las lágrimas se me salten cuando mi familia se queda en silencio sin decir nada. He luchado en esta vida mas que nadie porque la defiendo pero a veces, uno se hace frágil ante las circunstancias y, llora. Estos días de pandemia son caldo cultivado para mis recuerdos. Prefiero quedarme en casa, escuchar discos y dejar que el tiempo pase como pasan los recuerdos; sin hacer ruido ni armar escándalo. Poco a poco vuelvo a lo cotidiano. Cierro los ojos y mis manos buscan un disco perdido en mi estantería para escucharlo: ha salido Ike Quebec. La verdad es que hace años que no lo escucho y tengo la ilusión de volver a un saxo romántico mientras la noche se deja caer entre la lluvia de la calle y la de mi corazón...

 

domingo, 6 de diciembre de 2020

Vengan sabios y doctores

 


 

  Cuando un corazón se abre y es correspondido, nace la magia; la magia de hallar la sabiduría donde todo lo complicado se vuelve sencillo y simple...

Hace un tiempo que Dios anuncia su llegada de vuelta. Recorre el mundo entero con la buena nueva en cada corazón que lo sabe escuchar con esa magia de abrir la ventana en el corazón...Lo sabe un pordiosero, una prostituta, un agricultor, un ministro de Dios, un aparcacoches, un tendero, una tejedora, un vendedor de cupones, una maestra etc etc...todo el que habla con el altísimo, sabe que él vendrá. A cada corazón humilde que se ofrece, Dios le anuncia su llegada. Las calles y los campos se llenan de gentes sencillas pero sabias por conocer el secreto del corazón y sin embargo, nadie sabe dónde nacerá. El Papa Francisco está inquieto, los Cardenales y los Obispos saben de la buena nueva, el Imán de Iran también lo sabe pero, DÓNDE NACERÁ ¿en qué país? ¿en qué religión?.


De María han abusado muchos hombres en los portales de edificios o Bancos. Ella es una vagabunda que recorre las calles de una ciudad a la que no pertenece. Tiene familia pero ella es problemática porque su salud mental tan solo crea la discordias y las peleas en un ambiente que poca gente puede soportar. Ya lleva un año por las calles de NY no sabe ingles ni tampoco leer ni escribir. Nació en Bolivia en una casa de cartón. Vino del Sur huyendo con su familia de la miseria y la miseria la encontró en esa ciudad. Ahora está embarazada y no sabe de quién. Como una luz que ilumina su razón, ella sabe que es la elegida para parir al Salvador; pero nadie la cree.

El padre Brown en su oración vespertina es el primero en saber que el 6 de diciembre Dios nacerá pero, ¿DÓNDE?. Sus ojos se cubren de lágrimas ante la emoción. Llora postrado ante el altar e impotente con una humildad que cegaría a un agnóstico. Alza su mirada al cielo implorando el lugar pero tan solo encuentra silencio y pasado el sielncio, tiene una revelación...

María está para dar a luz y la noche de antes un mendigo tuvo relaciones con ella después de invitarla a unos tragos de whisky. Ella dice que en su vientre está el hijo de Diós pero todos pasan por encima de ella porque está loca como una cabra además de ser una sucia latina.

Ya tiene contracciones y a las 3 de la mañana rompe aguas pero, dónde ir en esa sucia ciudad. No la atienden en las posadas ni hoteles, tampoco en los albergues y los hospitales quedan demasiado lejos para sus piernas pues antes nacería su hijo en medio de la calle. Quiere parar a los viandantes y nadie le hece caso. También quiere parar a taxistas o autobuses pero tan solo halla la nada de la indiferencia...

Un tipo llamado José viene por una calle sola con su borriquilla después de andar con su carro para buscar chatarra. Le da pena de la chica y la sube en su carro. El vive en una especie de establo abandonado con otra mula y allí, María dá a luz.

María es la mujer más feliz del mundo cuando lo escucha llorar nada más nacer. Sus pechos hinchados dan vida y José llora por tener el mismo pasado humilde. El era carpintero en su ciudad natal y quiso probar fortuna en una cuidad donde solo hay miseria...

Al amanecer, un cura llama a las puestas del establo: es el padre Brown. Se arrodilla ente María jurando que la historia no se volverá a repetir.

 

 

 

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Una forma de atar la verdad

 


 

 

 Nuestra vida cotidiana es un ensayo que busca la verdad de todo lo que nos rodea, lo que sentimos o de lo que eres o somos...Un gigantesco mundo de verdades y mentiras nos visitan mientras estamos despiertos y otro mundo mientras dormimos. Hallar la verdad es tarea complicada y mucha gente ha perecido en el intento. La verdad y la mentira confabulan hasta crear laberintos de una inteligencia sorprendente y no sabemos, que la verdad es sencilla y hasta simple...Sin embargo, nuestra vida es un ensayo sobre nosotros mismos de lo que creemos creer...o de las mentiras que nos inventamos.

Nos equivoca el modo de proceder de las personas, cosas que decimos o hacemos, no dejamos llevar por juicios que parecen verdaderos y cuando vemos el error, sufrimos vencidos por no saber la verdad.

Sin duda de nuestra vida hacemos un ensayo teatral donde muchas veces nos jugamos la vida u otras cosas personales. A veces creemos tener la verdad, una seguridad o un acierto pero todo es falso cuando se tira de la sábana. La palabra es un invento del hombre que ayuda pero quién descubre su silencio, se descubre así mismo.

Cuanta gente hay en este mundo que no tiene noción de la realidad; algo tan simple para saber tanto de minucias como de lo que les pasa: hay infimidad de gentes que cumplen su vida cotidiana, con su trabajo, con sus hijos y con su gente pero, no tienen el sentido de la realidad que es importantísimo para hallar la verdad de las cosas. Cuanta gente indispensable pierden su vida y su tiempo cuando están perdidos.

La verdad existe sin duda alguna pero no nos dejemos llevar por un ensayo que es tan solo un camino para hallar la verdad mientras que no nos enguya el Dios del sueño...Busquen la solidez de su silencio y mientras, disfruten del ensayo de la vida cotidiana que es lo más grande que hizo Dios...pero crean solo lo que es verdad...

 

 

Amigos: Estoy enfermo de mentiras...