lunes, 30 de marzo de 2020

El caso del cornudo, la amante y el detective.





Era el 30 de marzo, caían copos de nieve en Madrid. El detective Rivera se lamentaba de su suerte. Pensaba en el 2020 para unas vacaciones fuera de España; a algún lugar donde respirar y olvidar... quizá a Puerto Rico. Pero este virus y su divorcio, la letras del piso y el coche echaban sus planes al mismo horno crematorio donde su madre tres días atrás fué quemada por culpa de la enfermedad. Estaba sin un céntimo. El dinero se fué aprisa además de tener poco trabajo.

Llevaba dos día fecuentando aquel bloque en Legazpi y sin resultados. Al parecer, debido al confinamiento, su cliente no tenía noticias frescas para saber que su mujer le ponía los cuernos. Ya casi llegaba la noche. Sus tripas rugían y sólo le quedaba media botella de ginegra con un poco de café en un termo. La calle estaba desierta. Los copos lo transportaban a una Navidad o a la sierra de Guadarama donde esquiaba de joven...Un coche de policía acechaba por la calle y el se escondía mas que nada, para no dar esplicaciones.

Sonó el timbre del móvil, era su cliente. "Olvídelo Rivera. Creo que usted me está engañando. Otro detective ya lo hubiera solucionado y no pienso pagarle (la llamada se cortó)". Tragó saliva y ginegra maldiciendo y perjurando venganza. Llamó al mismo número sin respuesta ni cobertura y se maldijo otra vez.

Pero ella salío del portal con su perrito. Era una mujer ralmente atractiva que le daba un toque de morbo por saber que escondía aquella gabardina. Ella miró a un lado y a otro de la calle, Rivera la persiguió con la mirada hasta que un tipo apareció como de la nada. Hablaron de forma airada y ella reparó en el coche de Rivera cuando el tipo lo señaló. Sin más ni más le dió una bofetada al tipo y fué directa al coche. Rivera bajo un poco la ventanilla del coche esperando su reacción. Ella se presentó: Me llamo Carmen, soy la mujer que busca. Necesito hablar con usted, suba mientras le preparo una copa o un café y dejó la puerta del portal abierta...

Legazpi era un barrio modesto que últimamente se había puesto de moda. Rivera tenía la intención de ponerle las cartas sobre la mesa y decirle que aquel caso ya no era el suyo además de vengarse del marido cornudo que no quiso pagarle pero, como perro sabueso, quiso antes saber qué quería aquella mujer...

Carmen se echó a llorar. Le ofreció un gin-tonic y sacó una fajo de billetes de 100 Euros. Le dijo que olvidara el caso y que la pusiera al corriente de los planes de su marido. El dinero era fresco para largarse de Madrid y el detective le contó todos los detalles del plan de su marido. La consejó lo mejor que pudo pero no le dijo que el caso ya no era el suyo...Carmen quiso algo más después de estar dos semanas sin apenas salir a la calle y en agradecimiento.

Tenía los labios pintados en carmín; eran carnosos. Se le acercó y le aflojó el nudo de la corbada. Su aliento le calentó el cuello y Rivera, también estaba necesitado. Los dos calmaron la líbido y el tipo ganó por partida doble...

Antes del amanecer, Rivera abandonó el piso con un beso y el dinero; deberían de haber unos 6000 Euros. Nada mas poner los pies en la calle, alguien salió de un Mercedes con una pistola en la mano: era el marido. Rivera se quedó de hielo con las manos en alto y sonaron dos disparos. El suelo de la acera estaba mojado y nadie salió a una ventana o a un balcón. Corría viento helado del norte, viento que puso a volar un fajo de billetes de 100 Euros...


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miércoles, 25 de marzo de 2020

LA PESADILLA



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 Daban las cinco de la madrugada y el sueño se hizo de nuevo con él. Quizás su tristeza consistía en no pegar ojo en toda la noche y a esas horas, el silencio también era soledad. La oscuridad se hacía tan fría como helados tenía los pies y el sueño después de tanto rato, se hizo muy profundo...
Con la llegada del amanecer su mente entro en otra fase de ensoñación. Aquella pesadilla le envolvía en una trama cargada de un surrealismo vertiginoso; como si la vida fuera un laberinto donde todo pasa tan aprisa e interminablemente como el peor de los presentimientos...Aquella pesadilla jugaba con el como las sombras del principio. Empieza así:

"La subida a aquella montaña se hacía agotadora. El sudor resbalaba como gotas de lluvia por la ventana y al llegar a la cima, se sorprendió porque le esperaban un innumerable grupo de personas vestidas con ropas de fiesta. Todos le sonreían y aplaudían sin decir nada. Le dieron una copa de champán llena de agua y el lo agradeció sin dejar de preguntarse que era lo que ocurría... De entre todo aquel gentío, salió una chiquilla menuda que le tomó de la mano para conducirlo a una gran esfera de goma trasparente. Allí, había un hombre con una bata blanca que le invitó a entrar en ella asegurándole que no le pasaría nada. Por la boca de Daniel solo pasaban interrogantes de los que nadie respondía y aún así se limitó a obedecer. El supuesto científico lo acomodó en el centro de la esfera y lo rodeó de cinturones de seguridad transparentes también. Entonces Daniel mostró algo de resistencia pero alguien le puso una inyección para calmarlo y empezó a sentirse bien; cada vez mejor. Gracias a esa droga todo le parecía bello y admisible.

La gente rodeaba la esfera y le decía adiós con aplausos y vítores. Ahora sólo se sentía bien. El hombre de bata blanca salió de aquella burbuja atravesándola como por arte de magia e hizo una señal para que aquella enorme esfera comenzara a rodar montaña abajo.

Su cuerpo giraba en todas direcciones sin sufrir ningún daño. La esfera chocaba contra enormes rocas dando saltos vertiginosos para volver a rodar por increíbles pendientes. Dentro el sonido era sordo y la mirada borrosa. Daniel empezó a gritar como un desesperado. Unas veces aparecía en su mirada el sol y otras la tierra tan árida como un desierto. Todo tan vertiginoso que empezó a perder el sentido hasta desmayarse...La bajada tan solo duró dos minutos escasos y la burbuja siguió rodando velozmente por un descampado. Fue entonces cuando en medio de la nada surgió un enorme muro hecho de sillares de piedra tan negros como la noche provocando a la esfera una colisión brutal y rechazando a Daniel a varios metros de distancia hasta detener aquella pelota de goma en la misma posición original. Su desvanecimiento desapareció instantáneamente y respiró profundamente. Aquella esfera desapareció y se vio sentado en mitad de aquella tierra con un gigantesco muro delante.

Miró a su alrededor tratando de averiguar donde se encontraba. Aquel paraje le era completamente desconocido y el muro era tan grande como su duda de saber que era lo que realmente sucedió. Pasaron unos minutos y por fin decidió largarse de allí. Al ponerse de pié, tres muros iguales al primero surgieron de la tierra formando un recinto cuadrado. En pocos segundos la noche apagó el día y entró la oscuridad. Tan sólo se podían ver los cuatro muros que parecían emitir luz en medio de esa noche y Daniel, estaba vencido por la impotencia de no poder escalarlos. Alzó un brazo examinando con la yema de los dedos el saliente de los sillares y su sorpresa así como su alivio le hicieron sonreír. Al ejercer una pequeña presión sobre el borde de la piedra, su cuerpo se elevaba carente de peso y la subida como la bajada de aquel muro, se hizo en un abrir y cerrar de ojos.
Cuando le dió la espalda al muro comprobó que el paisaje había cambiado por completo. El cielo estaba estrellado. La Luna salía por un horizonte más cercano y todo el campo estaba cubierto de vegetación. Le parecía fantástico y la noche invitaba a dar un paseo. Respiró hondamente impregnando su olfato con el perfume del Jazmín y así caminó durante un rato. No sintió soledad ni agobio de estar perdido; todo era agradable e incluso no hacía frío. Apenas sin darse cuenta entró en un lugar boscoso y quiso dar marcha atrás pero por más vueltas que daba no conseguía salir de allí. La frondosidad de los árboles no dejaban pasar a la luz y el ambiente comenzaba a agobiarle. Se escuchaban toda clase de ruidos provocados por las alimañas del bosque. Sus ojos se abrieron de par en par mirando en todas direcciones. La temperatura bajó considerablemente y sus pasos perdidos y pesados huían de algo que parecía que lo observaba a cada instante. La falta de atención y el miedo no miraban donde pisaba.

La suerte volvía a jugar en su contra y cayó deslizándose por una pendiente cubierta por una escurridiza lona de plástico. Era completamente imposible poner freno a aquella caída así como la angustia que sentía por no saber donde llegar. Sus manos no encontraban nada a que agarrarse y los pies se deslizaban por un tobogán con zapatos de charol hasta que, llegó al final de aquella pendiente. Su agotamiento le hizo quedarse quieto y poco a poco, el corazón y respiración tomaron su ritmo normal. Un pequeño arroyuelo pasaba cerca de el. Sus aguas emanaban una especie de vapor pestilente que ascendía lentamente. Caminó con mucho cuidado siguiendo el curso de aquella corriente sin poder encontrar una salida en aquel barranco cubierto de plástico.

Los pasos perdidos y la falta de luz le hicieron caer de nuevo por un túnel tan profundo como el infinito; tan perdido y olvidado como el lugar donde estuvimos en otra vida.
La velocidad del deslizamiento aumentaba con inexplicable rapidez. El grito se perdía en la oscuridad. La incertidumbre era aún mayor y sólo sabía que se encontraba ahora en la nada del mundo; en ningún lugar sin memoria; donde la existencia pudiera ser que fuera una mentira.

La salida del temible túnel le hizo entrar en otro tiempo pasado. Después de salir despedido y caer sobre un suelo que apestaba a vino y vómitos, descubrió a unos individuos borrachos y a uno de ellos que reparó en su presencia. La cabeza de Daniel comenzó a darle infinitas vueltas por aquella confusión hasta caer desmayado contra el suelo. Cuando recobró el conocimiento, vio que estaba echado sobre un frío suelo de mármol. Había gran cantidad de gente a su alrededor riendo y aplaudiendo sin cesar. Cuando Daniel quiso saber quienes eran al volver la cabeza, supo que eran las mismas personas que encontró en lo alto de aquella montaña. Todo era una fiesta y felicitaciones. De entre aquella gente salió la misma pequeña que le cogió de la mano. La pequeña, al contrario de todos, lloraba amargamente señalando con su dedito a la pared. Daniel descubrió horrorizado que venía hacía unos instantes de ese tiempo y que había estado allí. En la pared estaba colgado el cuadro de "Los amigos borrachos" de Velazquez.


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lunes, 23 de marzo de 2020

Un as en la manga





 Greta Thunberg está de vacaciones. La naturaleza tenía un as en la manga y lo está empleando en esta partida donde está en juego el mundo entero sin miramientos. Hoy la atmosfera de Madrid es un río cristalino y ya no hay reunión internacional contra el cambio climático. Poco a poco la industria se para y los coches dejaron de funcionar...Implacable en su maestría, la naturaleza está ganando la partida por todas las criaturas y el futuro de lo que parecía imparable para el consumismo. Parece mentira pero es verdad, nosotros somos testigos. Yo creía que frenar la destrucción del mundo en pos del dinero era una utopía, que no había nada que la parase y la naturaleza tomó en ello partido...

Sin distinción de clases, sin nada que pueda frenarla, la naturaleza habla con su idioma para poner las cosas en su sitio. ¿Fué un invento del hombre? no lo se pero, el milagro que esperaba Greta se está cumpliendo. Las ciudades mas contaminadas del mundo muestran las estrellas por la noche. El mundo se para en pocos días para respirar aire puro y el hombre debe de tomar otro rumbo diferente al que llevaba porque seguramente, habría más muertos que con el virus. Estamos al borde de un cambio mundial y en esta partida, el hombre debe de sacar sus mejores cartas. Es una oportunidad sin precedentes para lograr un mundo mejor que puede costar miles de vidas inocentes.

Demos fé a la cordura, la sensatez, la humildad y la inteligencia para hacer un mundo mejor. Las súplicas de Greta se cumplieron como el sueño más buscado y todos somos testigos de ello...

Quieta
honda y
callada
pena con fuerza de gravedad


Buscador.


Tocar fondo y volver a emerger



Sin ti
lánguidas pasan
las horas...

Dónde estarás

Si no me hallo.
Si me pierdo.
Si me acelero.

Si me canso
de esperar,
lo que nunca llega...

Me canso de escuchar las noticias y pienso que otras noticias nos ocultan catástrofes de primera plana. Lavo los platos, friego la cocina, barro el salón y me canso de todo hastiado de todo. Cuando voy al servicio me miro al espejo que piensa lo mismo que yo, recorro los canales y busco películas pero nada me apetece. Mi ánimo sigue bien y aún me sobra un poco de felicidad...Llamo a los amigos, llamo a la familia, entro en los chats y cuando llega la noche, pienso que esto es más cansado que trabajar...

Las horas pasan en mi casa segundo tras segundo. A veces me despisto y no sé que día de la semana es. La ventana de mi casa da a una calle desolada...Paseo mas de media hora por el salón y el pasillo mientras mi pensamiento evita la desesperanza. Prácticamente no tengo ganas de hacer nada. A la hora de la comida no tengo hambre. Todavía duermo y madrugo como cuando trabajaba. Me hago mi café, no me quito el pijama y durante toda la mañana Pepa Fernández me acompaña al son de los coronavirus.

Pero esta mañana, cuando despierto y todo está en silencio, se escucha el canto de los gorriones. La luz del día es diferente a la del invierno y sonrío para mis adentros porque me siento rejuvenecer: ya es primavera. Me dan ganas de vivir. Subo a la azotea y respiro hondo. El cielo tiene un azul de primavera y hasta el silencio de la calle tiene tintes de primavera; mi estación favorita. "El campo estará verde, debe ser primavera..."cantaba Sabina. Recibo una inyección de vida y de esperanza, vuelvo a poner orden en mi interior. El lunes me resulta ser un día maravilloso y han vuelto las golondrinas como cada año en primavera...

Tengo ganas de hacer una tarta, de cantar, de disfrutar en mi casa, de gritar a todos un buenos días con la esperanza de que todo pasará cuanto antes mejor...

FELIZ SEMANA


jueves, 19 de marzo de 2020

El gesto de darse







Cuando una persona se ofrece, algo sucede en su corazón que aprueba el gesto. A veces nos olvidamos y eso crea infelicidad. La superación como personas nos lleva a una profundidad y esa profundidad a nuestra verdad. Vivimos rodeados de ruidos y de mentiras así como de verdades que desfilan delante de nosotros sin verlas con claridad. Cuando una persona encuentra en su mente un centro de gravedad la seguridad está servida. Nos pasamos mucho tiempo persiguiendo cosas que a título personal carecen de un valor que no es real porque su sabor no es nuestro sino, lo que creemos que es. El ser humano tiene mucha tarea atrasada para comprenderse y así comprender el mundo que le rodea. Debemos de aprender a escuchar y saber pensar para comprender esas cosas sencillas que residen en nuestro corazón cuando antes se creía que todo era un laberinto...

Ser altruista es un gesto sencillo y enriquecedor. Somos muchas las personas que escribimos para aportar algo sin cobrar un céntimo. La calidad no es cosa de vanidad o una competición ya que nos lleva por otro camino menos noble. Me pasaría horas en soledad y silencio como quién ora para ofrecer su corazón pues siempre se obtiene alguna verdad. La sencillez y la humildad tienen un premio en nuestro corazón; como si este se nos mostrara para llegar al camino de la paz, la profundidad y la verdad. Crecer se puede hacer de muchas maneras pero quién se dispone a darse de forma altruista, se da de bruces con el amor y eso es maravilloso.

No tengo ni idea que cosas nos van a suceder con el coronavirus ni que consecuencias sociales o políticas nos esperan. Hay gente que se está dejando la piel para que todo salga bién y aunque cobren un sueldo, también son altruistas. Estos días son de reflexión metidos en nuestras casas pero no pierdan la oportunidad de intentar crecer un poco más y comprenderse a si mismos porque la recompensa del corazón, será impagable. Ojalá, cuando pasen estos días de incertidumbre, encuentre esa humildad que a veces me visita de forma altruista pero siempre para dar lo mejor de mi...



Toca fondo
déjate caer
quién te recibe
es tu corazón.

No tengas miedo.


miércoles, 18 de marzo de 2020

Para mis amigos blogueros






 A veces pienso en el amor. No me refiero al de pareja sino al amor de la amistad. Sentirse feliz con las cosas cotidianas me despierta un sentimiento muy especial y ahora tengo todo el tiempo del mundo para hacerlo. Tengo poco amores de amistad en mi vida y son el reflejo de otras personas que sin ser pareja, ocupan en mi corazón un lugar privilegiado. El amor es fundamental para el equilibrio del corazón además de ser enemigo de la soledad. Uno se da a esas personas importantes que forman un circulo sin cerrar de amigos. Se comparten muchas cosas, quizá algunas que no tienen nombre ni definición...Ahora los amigos están en un número de teléfono o en la pantalla de un ordenador. La amistad no se fuerza por ser libre y mas que respetada. Desde aquí con mi recuerdo quise tener un detalle con mi corazón para dar lo mejor de mi a otro amigo o amiga que me esté leyendo...


Os dejo con el amigo Ambrosio: Lider de las ondas.





martes, 17 de marzo de 2020




Hoy las estrellas nos observan y están pensando en silencio. Esta noche no hay ojos que brillen con su luz y las calles, terrazas y campos no tienen ojos soñadores.  Las estrellas están tristes. Observo el cielo de mi pensamiento cuando la oscuridad me embarga y la soledad quiere hacerse mi amiga...Me ahoga mi salón, mi casa, mi rutina. Me deslizo a través del techo de mi habitación y la ventana tiene luces de neón. Esta noche las estrellas se estrellan con su luz en el suelo; donde quizá un gato callejero maulla a la luna como lloran los niños recién nacidos. Escucho mi respiración, suena el teclado de mi ordenador mientras ella quizá me espera bajo otro techo sin estrellas...




jueves, 5 de marzo de 2020

Maquillajes de la Srta Pepis




La muerte se llamaba Soledad y la enfermedad, su ayudanta en la funeraria, Dolores.

Durante toda una vida desde muy joven, tuvo vocación por los muertos. Soledad estudió criminología pero era una carrera que no le satisfacía del todo...Por esa causa, echó curriculum en una funeraria con la ayuda venida de un hospital de enfermedad llamada Dolores pues quién mejor sino para estar mas cerca de la muerte.

Ahora Soledad tenía el tiempo limitado en la tierra tras años y años trabajando en la funeraria. Era una mujer fría y distante siempre vestida de negro. Decía la gente que sólo salía de su casa por las noches y que en noches de Luna llena, paseaba por el cementerio con Dolores para visitar a quienes habían sido sus clientes. Tenía algunos amigos como por ejemplo la locura prima de Dolores que también se hizo mujer para vivir en la tierra y que trabajaba en un psiquiátrico o el demonio que tomó el nombre prestado de Judas y se pasaba la mayor parte del tiempo trabajando en una Notaría haciendo contratos diabólicos...

Pero Soledad como es natural en un ser humano tenía miedo a su muerte. Estaba postrada desde hacía meses y Dolores se encargaba del trabajo en la funeraria que por cierto había días de muchísima clientela...No quería mirarse en un espejo. La cara se le puso blanca como la cal y la mirada hundida en el esqueleto. Sabía que llegaba su final y sus amigos intentaban animarla para sacarla alguna noche y comer algún cordero sacrificado pero ella se negaba porque había que arreglarse y arreglarse significaba recordarle su oficio cercano a la muerte pues junto a Dolores, se encargaba de maquillar a la gente fallecida de toda la ciudad...Así pues, cuando la visitaba Dolores, ésta le estudiaba las facciones de la cara y la enfermedad para cuando muriera. Quiría maquillarla como una princesa de ultratumba como el último gesto que tuviera con ella...

Soledad sin ánimo ninguno ni para comer, hizo un dibujo para indicarle cómo había de ser su maquillaje después de muerta. Dolores prestó atención esmerándose en el detalle y en el entierro de muerte, el pánico cundió por toda la ciudad y nadie pudo mantener la mirada en aquella difunta por ser mas que una muerta, un enjendro hecho realidad. Tan solo Locura y Belcebú alabaron el trabajo de Dolores...

Auqella noche, se celebró el funeral. Todos los pecados capitales se reunieron en el cementerio pues también eran la reencarnación en este mundo...Hubo algarabía y hechizos, conjuros con una celebración que duró hasta el amanecer. Al sacerdote lo humillaron burlándose de la palabra de Dios y con la luz del día, con el rocío del amanecer, cada enjendro desapareció disipándose en la neblina del nuevo día.

Soledad despertó con un enorme pavor y Dolores su ayudante, llamó al portero porque tenían que maquillar a otros muertos en la funeraria; que la esperaba abajo en el portal...Se miró al espejo para arreglarse para dar un grito de pavor pues sus ojos eran verdes fosforescentes...




miércoles, 4 de marzo de 2020

Un trozo de tarta




Vamos atrapando pensamientos como quién caza moscas al vuelo. Pasan los años revisando recuerdos, plasmando pensamientos, escuchando al corazón...De pronto uno revisa escritos antiguos con un atisbo de memoria como quién lee a su propio corazón. Parece que los temas de qué hablar son inagotables cuando de la fuente de nuestro silencio intentamos dar lo mejor. A veces hay quién espera un regalo porque le gusta como escribimos y con voluntad subimos un poco nuestro listón en el afán de ser mejores. Mi blog ya tiene unos años cumplidos pero nunca he celebrado cumpleaños.

La imagen de todas mis inquietudes y mi forma de ser, forman un mosaico de textos, poesía y relatos a través de los cuales he entablado relación con muchas personas que ya se han ido o que aún siguén leyéndome. Contentar a todos es tarea imposible y mis comentarios en otros blogs se cuentan con los dedos de la mano. El 16 de mayo nació mi blog con la ayuda de mi hermano Miguel Ángel. Desde entonces he escrito regularmente hasta la muerte de mi padre. Alguna cosa o motivo no me han dejado escribir con asiduidad sin embargo, el sentimiento de libertad que tengo a la hora de escribir, lo valoro por millones.

Poco a poco, las personas desfilan por mi página y si he de ser sincero, la mayoría son personas desconocidas por las que tengo un especial afecto hasta el día que nos despidamos por una causa u otra. Escribir es una buena terapia para el pensamiento y analizar en este mismo momento cosas que rondaban por mi cabeza y que como una mosca las he atrapado a golpe de teclado. Todo lo que escribo en pocas ocasiones lo he meditado antes; es como un reto a mi creatividad y a la vez, sentir esa libertad para enlazar ideas...llamémoslo así...Hay personas que sufren a la hora de escribir y otras que disfrutan del momento con plena felicidad. Por dejadez no participo en muchos blogs pero cuando lo hago quiero ser generoso y copio el texto para ponerlo en mi blog como es en este caso. Durante estos días algo positivo bulle en mi interior. La realidad sin duda supera a la ficción y sé que en breve, algo bueno me sucederá.

Vuelvo al 16 de mayo y ya van 11 años. Aprendo de mis faltas y voy madurando poco a poco como quién camina y termina corriendo. Muchas cosas me hacen sonreir y otras me ponen triste...pero hoy estoy en un cumpleaños de otro blog que no es el mío para dar esas cosas que encadenan pensamientos y sentimientos pues cuando termine esta frasé, una auto-satisfacción me dará pié para dormir mejor esta noche...