Llega la mezcolanza de lo real y lo imaginario. Me sumerjo en el día de hoy y las nubes son barcos que navegan por el cielo. Todo fluye, todo circula por mis venas sin saber qué sucederá y aquel avión que se oculta detrás de la nube, es tan ínfimo como yo. El sonido de sus reactores se mezcla con el canto de los pájaros del parque, los niños, las madres y los coches que circulan por la calle...y ahora estoy ausente para estar pendiente de todo. El horizonte arde en llamas. Parece que nadie está atento al atardecer y es una lástima porque ninguno es igual...Se sigue perfumando el ambiente de dulde de Navidad. Alguien me saluda y alguien no me mira ni a la cara y yo sigo aqui ausente de todo menos de nada. A veces veo imágenes de rostros en las nubes. Aquí hay un perro, aqui un indio, aqui un hombre que ríe o aquí un trozo de algodón de azucar que venden en las ferias...Pronto oscurecerá y el silencio llegará como cada anochecer. No hay nada más que contar. Cosas más fantásticas buscadlas en otro blog...
Si te fueras
de mi corazón,
un vacío inundaría.
¿Lo ocuparía el dolor?
...o la soledad.