Los años no pasan en vano. Su peso se hace notar pasada la edad madura y uno está ya cansado de muchas cosas; quizá sea el estado de ánimo que me lleva a escribir estas lineas o que sea verdad que me estoy haciendo viejo...Hace un rato que hemos hablado. Me dices que te encuentras mejor pero que mañana te harán de nuevo la prueba del covid-19. Te he comentado que quizá yo también tenga la enfermedad porque esta tarde he tenido unas décimas de fiebre además de un malestar. Te noto cansada, vencida por los años, muchas veces hastiada y con ganas de dormir a deshoras. A veces sientes la soledad; prolongas tus conversaciones telefónicas contándome cosas que te tengan unida a otra persona con tal de que no vuelva ese silencio. Miguel Ángel está siempre contigo pero cuando se queda en Antequera, es como si el mundo se te viniera encima.
Dentro de un rato cruzaré de nuevo la frontera de otro año y ya van 53; justo al amanecer después de pasarte toda la noche de parto. Nací grande y delgado. Estuvisteis a punto de llamarme Antonio por abuelo parteno pero al final me quedé en Fco. Domingo por tu padre; un nombre demasiado largo para mi gusto. Todavía vivo en la misma calle y casi en el mismo número. Un vecino me dice que yo soy el alcalde de la calle Pedro Gómez.
Puedo recordarte desde que tengo uso de razón y siempre te veo trabajando. Aún ahora no cesa tu actividad...Siempre criando niños, atendiendo el negocio familiar y llorando muchas veces por sueños perdidos. Desde que papá murió y los hermanos nos independizamos, has hecho realidad tantas cosas que tenías en mente, que te siento muchas veces feliz. Siempre quieres aprender y escuchar; pones tu voluntad para crecerte y vas a misa casi a diario para escuchar la voz del Señor.
Ya son las 22:50. Cuando mis ojos se abran volveré a nacer pero mientras estás de parto, quise darte estas palabras de amor y agradecimiento porque sin ti, yo no viviría. La familia dice que yo soy de la rama de los Porras y creo que es verdad. Me parezco a ti en muchas cosas; hasta de emocionarme cuando del más mínimo detalle, nace un sentimiento que empaña la mirada...La fiebre me da una tregua y mucho me temo que entraré en cuarentena justo en mi cumpleaños, cuando todos duermen y una mujer, toma en sus brazos a su Bebé recién nacido...