jueves, 30 de enero de 2020
Cuando nada hace su efecto, cosas como el dolor nos pueden. Cuando a veces estamos solos o nos sucede algo que puede con nuestras fuerzas, ella aparece en un soplo. La edad no supone un obstáculo para echarla en falta; hasta el moribundo te nombra antes de morir. Qué me diste de mamar para recordarte ahora en mi soledad; que cosas me unen a tí y me unirán cuando mueras si hasta cuando tengo pesadillas a mis 51 años, aún grito MAMÁ...
La razón de la locura
Fermín trabajaba a pleno rendimiento en sus horas de oficina. Era un hombre casi silencioso y de pocas palabras; un funcionario que jamás dió un ruido ni tampoco hizo amitad con nadie de la empresa. Cumplia y era puntual con los horarios pero, era extraño en su relación con los compañeros. Jamás gastó una putada a nadie en la empresa y su silencio tenía el respeto de no denunciar cosas que eran denunciables. No buscaba la compañía, tampoco la rechazaba. Que se sepa, una chica de la empresa lo pretendió en un afán de conocerlo pero fué inútil.
Fermín pasaba los años en el anonimato. Nunca pidió una excedencia ni se puso enfermo. Cumplía con sus obligaciones y jamás se quejaba cuando todo el mundo lo hacía. Tenía un apodo: "El imperturbable". Era un hombre al que no le prestas atención por la calle...y así pasaban los años sin más novedad que esa.
Una mañana se le escuchó gritar en el servicio. Quizá hablaba con alguien. Despues de esa mañana vinieron otras muchas donde a las 12 en punto, entraba en el servicio y se le escuchaba algo así como dar ordenes enfadado o instrucciones, quizá por llevar otra ocupación. Salía del servicio 10 minutos mas tarde acalorado pero sin decir ni pio...Aquel ritual se mantuvo varias semanas. La gente murmuraba pero respetaba sus silencios porque después de tantos años, no había confianza con nadie.
En su país todo el mundo robaba; hasta el jefe, los empleados y los que no eran. La convivencia era una pura tensión plagada de un silencio que desquiciaba. La administración estaba corrompida, la sociedad igual y la gente honrada no contaba en ningún sitio...Pero Fermín trabajaba y nunca se supo nada de él hasta que llegaron aquellas conversaciones enfurecidas en el retrete...
La tensión que una persona puede aguantar sin estallar es variable. Podemos enloquecer sin darnos cuenta poco a poco, minuto a minuto y segundo a segundo contínuo a lo largo de un tiempo; hasta que se estalla.
Cada cual llevaba a la oficina un perfume. Limpios, aseados, con sonrisas pero, con una mala leche a la que Fermín, un hombre sencillo y honrado, nada de eso pasaba de largo. Todo era una tensión y el ya no pudo más...Tenía un plan.
En un cajón de su escritorio guardaba con llave lo que tantos meses fue madurando. Después de sus salidas del servicio depositaba varias hojas como si fueran informes o algo por el estilo pero un día, Fermín no se presentó al trabajo. Después de tantos años, Fermín no estaba en su puesto de trabajo.
Alguen lo vió subido a una estatua ecuestre, regalando flores a una mendiga, desnudándose en el corte inglés para probarse unos calzoncillos o dar misa en una capilla como si fuera un sacerdote...Lo ingresaron en un psiquiátrico gritando que tenía un plan; el plan más ingenioso para que todo el mundo estuviera en Paz...Pasado un tiempo no mejoraba y pasado otro, alguien lo encontró colgado en el servicio de la comunidad.
Abrieron su cajón secreto. Había cientos de folios escritos con croquis indescifrables, como si fuera un diario en cuyo título tan sólo decía: "Estrategias para no ser un cabrón"
martes, 28 de enero de 2020
Hoy mis pasos se inundan de románticismo. Busco el sosiego por un camino pedregoso; fijando mi mirada a cada paso, a cada pensamiento, a todo aquello que me visita en un monólogo. Te hablo para mis adentros como enlazando recuerdos, palabras y sentimientos...Vengo a este lugar huyendo de lo cotidiano y así aclararme las ideas y me sumerjo en esta brisa que me refrigera la mente como un radiador a un coche. Hoy estoy sensible. Te imagino e intento comprenderte, te hablo y siento como la sensibilidad femenina visita mi mente perdiéndose y aflorando en un manantial que es efímero, como esta tarde. La enormidad del amor se expande en tu ausencia. De lejos se escuchan los jilgueros y de cerca, mi respiración. Vuelo hasta perderme subiendo una cuesta que corana al cielo. Es agradable el ritmo de cómo mi respiración me oxigena las neuronas mientras camino casi ausente...
De un golpe de sentimiento tomo seguridad. Corono este otero con la determinación de no volver atrás nunca más y al levantar la mirada, la naturaleza me regala un paisaje irrepetible; como este monólogo que un poco antes era una locura y ahora, una seguridad...
Parece que el silencio es frío y que la fuente de la palabra está agotada. Parece que lo cotidiano ahoga al poeta pues necesita de la belleza y de su verso para sentirse vivo. Parece que la nada es un dolor invisible, insípido, sin vida...Parece que con un sólo verso, la vida se me enciende y que mi corazón, late de nuevo...siempre buscando el tuyo...
lunes, 27 de enero de 2020
Amapola siempre estuvo ahí
Tenemos una confidente que es la tristeza. Como una compañera nos sigue a todas partes con pensar profundo. Vemos la vida de otra manera, la vivimos de otra manera. Es compañera de soledades y de desamores, también de la mala suerte o de la enfermedad...Hay personas que están tristes toda la vida y se arreglan como un viejo en una residencia de ancianos o el que vive solo con los años cumplidos porque siempre esperaba lo que nada recibía.
Veo la tristeza en cada mirada y en cada palabra. Algunos se esfuerzan en sonreir y de la sonrisa, tan solo asoma la tristeza. Una depresión afecta a millones de personas. La tristeza se hace socia con la enfermedad y no te deja como el que firma un pacto con el diablo...De la tristeza se aprende mucho en su detenimiento. Se espera un día para ser feliz como quién compra lotería pero pasan los días como los lunes de la semana.
A veces la tristeza es dulce. Como una almohada nos escucha llorar para nuestros adentros o afuera y cuando terminamos sentimos alivio placentero. Quien conoce la tristeza en su peso, conoce muchas cosas del alma. A veces me siento triste estando feliz y eso es bueno porque me acerca a mi verdad.
Mi amiga está triste desde hace tiempo, mucho tiempo. Busca una salida y encuentra otro laberinto. Con pesar en el corazón vuelven a mi memoria dias pasados. Entro en su corazón maltrecho con la sencillez que ella lo muestra preguntándome por qué la vida no hace pasar estos tragos tán malos.
Algún dia habrá una vacuna para la depresión y la locura, nos lo darán todo prefabricado como la televisión cuenta sus mentiras. Pienso en Amapola azul como a otras personas que conozco y rezo para que un día, tan sólo un día, la tristeza nos dé un respiro a todos...
Amapola siempre tuvo un gesto con nosotros y depositaba en sus escritos su alma buscando una solución. No sé si fué por su culpa su depresión debido a qué pero eso no importa. Ella estará siempre en mi corazón y vosotros en el suyo...
Mi tarde ha sido algo intimo. La he pasado conmigo mismo y me he contado muchas cosas. A veces el sentimiento te lleva a lo profundo y de la profundidad a una emocion. Esta tarde fué apacible e inquieta, tranquila a veces y otras perdida como el reloj que marca su tiempo y nadie ve su hora...
domingo, 26 de enero de 2020
Políticamente incorrecto
Hace tres días me lo comunicaron y llevo dos meses esperando. Nunca maté a nadie. Me acusan por mis ideas políticas e intentar hacer un bién para mi pueblo. Ahora ya nada importa; ni mi nombre...Por las noches se escuchan los gritos más aterradores al fondo de la galería y es que alguien se volvió loco. Me dan de comer pero rechazo la comida infestada de inmundicias. Me he sumido en mi mundo interior y en mis recuerdos, en hablarle a Dios para hacer las paces por mir errores; en reflexionar sumiéndome en largos silencios llenos de frío y de miedo, en hablarle a mi padre muerto y a mi madre, a mi mujer y a mis hijos preocupado en qué les pasará...
Se escuchan pasos perdidos de botas, llaves que suenan en un llavero, palabras lejanas y hasta risas. El oído se afina si van a abrir mi celda, hasta escucho a alfiler que se cae al suelo con un sentimiento de frialdad. La gente grita por las calles porque ya no pueden vivir más así y se oyen disparos, petardos, coches blindados con las sirenas...y todo por mi, según dicen.
La gente se vuelve loca. No saben a qué atenerse o a qué los depara el futuro ya que sólo saben trabajar. El odio, la impotencia, todo es pánico cuando unos cuantos se enfrentan a la fuerzas públicas. A cuantas personas habrán arrebatado la vida protestando a cuantos inocentes. Una tarde salen de casa y los devuelven asesinados cuando la flor de la vida se les escapó en un grito o tirando una piedra...
Ahora estoy solo con mi conciencia. Volver atrás sería de cobardes para decir que estaba equivocado, que no quiero ser más político...que quiero ser más persona. Mi padre me pedía seguir con el negocio familiar pero mi corazón marchaba detrás de la política que con el tiempo uno se dá cuenta de la mierda donde está metido. A cuantos les he tapado sus robos o he hecho favores a sin verguenzas que me han hecho favores. Cuantas veces se me llenaba la boca de promesas en cada discurso lleno de gloria y al final, nada. La soledad, el extravío de mi gente y más injusticias.
Se abre la puerta de la celda y entra un sacerdote. Me tiro a sus pies y llorando le pregunto ¿¡¡Qué he hecho padre!!? ¿¡¡Qué he hecho!!?...
Lo que está perdido, perdido está
Tuvieron una discusión de mil pares de demonios. Ella le arrojó el whisky a la cara y le pidió que la llevara a casa inmediatamente.
Era su cumpleaños y su padre le regaló un anillo de brillantes. Aquello encendió el corazón de la chica pleno de felicidad pero la bebida y otra chica la enfurecieron. Tuvieron otra pelea los tres fuera del Pub y el por ser un caballero, la llevó a su coche para sacarla de allí...
Despertó desnuda en la cama y sin el anillo. Una paranoia acusaba al su amante del robo, otra acusaban a la chica de la disputa. Tenía claro el robo y quién pudiera ser. Ayer estaba borracha y su amigo no tenía dinero ni para invitarla...Le dijo que lo denunciaría si no le devolvía la joya pero él, una y otra vez le decía que no era un ladrón y que la amaba...
Llegó el buén tiempo. Aquel chico comenzó otra relación pero ella seguía amando a aquel ladrón porque nadie como él le hacía el amor. Pasó un año y volvieron los días frío. A ella legustaba aquella chaqueta y se la puso. Se dió cuenta de un descosido en el bolsillo y en el doble fondo, estaba el anillo...
Lo busco en el trabajo, en la calle, en el Pub y allí estaba con otra chica, la chica con la que hace un año, discutió.
jueves, 16 de enero de 2020
El sonido de las nueces
Fuimos a Marruecos, el país del nunca jamás y los sueños oníricos...Uno se siente musulman cuando al amanecer se escucha llamar para rezar en la mezquita o paseas por callejones llenos de puestos que van a ninguna parte. La comida y sus especias, el té o las vistas del atardecer donde ella y yo nos besábamos como si fuera la primera vez...
Aquel día un exquisito perfume a carne asada nios llevó a un restaurante donde otros turistas se hacían selfies con los camareros. La comida fué abundante y para el postre nos ofrecieron frutos secos o desecados. Nos recomendaron las nueces que según nos contaba el camarero, eran las nueces más selectas y grandes del mundo...Eran baratas y nos pedimos una fuente de nueces con miel; para beber, té rojo.
Era verdad. Las nueces estaban exquisitas mezcladas con miel y los comensales de al lado también pidieron nueces con miel...La cosa es que tuve una urgencia para ir al aseo y para ir al aseo había que pasar delante de la cocina. Mi sorpresa fué mayúscula cuando un viejo casi desdentado abría nueces con la boca...
domingo, 12 de enero de 2020
Una danza sensual y embriagadora
Era nuevo en el lugar. Después de mi trabajo como contable para una empresa, me sorprendió la noche y las ganas de comer. A veces el estrés me pide una relajación y no se por qué, también tengo ganas de sexo.
Mi empresa me procuró una especie de apartamento con vistas al mar, con restaurante y aislado de todo ruido. Dejo mi equipaje y me registro para pasar la noche...Es una noche abierta de mayo. El mar tenía su sabor, los jardines del recinto estaban en aromas embriagadores y el restaurante abrió mis papilas gustativas. Quería más que nada tomarme unas copas antes de comer. Mi empresa me procuró un magnífico lugar y telefonee a mi esposa para contarle donde estaba.
El salón era acogedor. No había mucha gente y un pianista tocaba piezas de Bill Evans...Tomé asiento en la barra. Un whisky con 7up me relajó y la verdad es que el pianista era muy bueno. Tomé dos whiskys más hasta que apareció ella. Sumida en sus pensamientos pasó delante de mi como ausente. Hablaba con su marido y sus hijos siempre ordenando y contando el día que terminaba...Llevaba un sombrero, una falda hasta la rodilla y unos labios que invitaban besarlos. De pecho estaba sobrada y de trasero lo mismo. Sería por los efluvios del alcohol que no le quitaba la vista de encima hasta que ella, por cosas del azar, reparó en mí. Yo la saludé con la copa en la mano y ella con una sonrisa...
Tomé un asiento cerca y en el menú ofrecía comida del lugar. Ella tenía la carta para elegir. De vez en cuando su mirada sobresalía por encima como espiándome hasta que nuestros ojos se encontraron: los dos sonreímos.
Ella se pidió pato al horno y yo una chuleta de venado. Para beber, los dos agua. La carne de venado estaba dura y el cuchillo chirriaba con el plato hastas ponerme rojo y ella volvió a sonreir. Cuando pude tomar un trozo, le levante la mano mostrando el tenedor como si fuera un trofeo y ella sonrió...En el postre tomamos helado de pistacho y yo hacía una representación de no poder pinchar el helado como me pasó con la carne y ella sonreía como quién ve a un payaso.
Se levantó para ir al sevicio y yo pedí al camarero una cafetera para invitarla en su mesa. Ella regresó y yo me levanté con una mancha de salsa de venado en la camisa y la cafetera con dos tazas...
Ella era americana, de Houston y yo de Córdoba. Hablamos de la vida, de nuestro trabajo, de la familia, de los lejos que estábamos de casa y también cómo no, nos hablamos con la mirada...Los labios le temblaban en la taza de café y yo sabía que le gustaba. Pedi otros dos helados de franbuesa pero ella prefería un whisky porque al igual que a mí le relajaba...
Ya eran las 3 de la madrugada y yo ya estaba sentado a su lado. El pianista hacía una hora que se despidió y pedí al metre dejarme tocar el piano. Ella se sorprendió cuando me escucho tocar de la forma más dulce un tema de Bill Evans. Se echó anonadada casi encima del piano y sus pechos eran dos globos en ebullición...nos besamos, nos tocamos y el barman se fué sin decir nada. Su boca tenía sabor a hembra en celo. Nos fuimos a mi habitación y cuando desperté, ella ya no estaba...
Luna
Blanca y llena te me adentras en soledad; cuando abres tu oído a este corazón conocido que te busca; cuando aun espero la respuesta de tu silencio...Alzo pues mi palabra en oración hacia la profundidad de tu blancura; como el ser que espera una respuesta después de una larga travesía. A veces la incertidumbre de no saber qué pasará urge en deseos o conjuros y la oscuridad de esta mi noche, te habla de pesares en el reflejo de tu redondez... Me detengo pues en mis silencios y ahora vuelo de aquí para allá como una estrella fugaz que converge; ahondando sin decir nada en mi sentir... y tú, siempre tú silenciosa y yo, esperando una respuesta cuando la mujer que espero, vuelve su mirada a tu espejo tantas veces buscado. Quizá sienta ahora lo mismo qué sé yo....pero es tán difícil que quizá la solución sea mas simple, mucho mas simple de lo que creo...
jueves, 9 de enero de 2020
A mi corazón pongo por testigo
A veces y muy de vez en cuando tenemos experiencias desastrosas. El abanico de sucesos es muy variado y por infinitas causas ya sean amorosas o de otra índole. Recuerdo a Escarlata Ó Hara cuando pone a Dios por testigo que nunca jamás pasará hambre y esa solidez con fuerza y firmeza, devanea el cuello a una persona que intente llevarle la contraria.
Estoy seguro de que todos tenemos en nuestro corazón una Escarlata por haber vivido experiencias nada agradables. Nuestro conjuro y la pretensión de evitar lo peor, hace que caminemos en tierra de nadie si hace falta para no vivir tamaño dolor...
Las personas somos así cuando enflilamos un asunto engorroso y ya nos quieran quitar la vida que la defendemos por aquel conjuro que clama al cielo...Ayer tuve un sueño de mi pasado y de aquel suceso, nace la roca, el acero o el cemento de ser quien soy ahora. Me podrán timar en otro asunto pero de aquellas cosquillas, tengo la guillotina preparada y afilada...
martes, 7 de enero de 2020
Bienvenidos a lo cotidiano
Las personas nos colmamos de deseos cuando llega Navidad. Este año no escribí carta a los Reyes Magos. Me atrae mucho escribir una carta a la gente que me lee y leo...Parece ser que la felicidad está en conseguir ese sueño que parece inalcanzable: eso que nos conmueve. Daríamos cualquier cosa por llenar huecos que tanto incordian o recibir el beso del amor perfecto. Sin duda somos niños de corazón y eso no me disgusta en ninguna época del año, al contrario, ayudan a vivir. Confabulamos con el destino y el corazón en nuestra mano para pedir esas cosas que nos sacarán del bache o al menos, tener la esperanza de pedir y esperar a ver que pasa.
Pero llega el día de después de Reyes y la mayoría tan sólo alcanza a tener un regalo...y aquel roto o descosido del corazón sigue como si fuera una lacra que no nos deja. Los sueños son hermosos cuando se cumplen o esperan y así vivimos con ese derecho a soñar que Dios nos dió. Mucha gente los reclama exigiendo y maldiciendo y otros los lloran. Sin embargo la vida sigue como el tiempo de un reloj en la muñeca de nuestra mano.
Durante estos días lo cotidiano me ha tirado de la manga y se ha instalado en mi corazón. Como un milagro, mi día a día en las 24 horas, siento a este corazón que hace las paces con lo cotidiano sin esperar nada en particular...No hay amores, no hay loteria y sigo con goteras en mi salud pero, el sentir de lo cotidiano sin nada más en particular, ha sido como recibir un bálsamo que me invita a la vida por vivir.
Uno es una persona inferior a una mota de polvo en el universo. Vivo entre millones de personas plagadas de sueños, camino con lo cotidiano sin armar jaleo y respirando ese aire que tu mismo respiras. Somos una mota de polvo en el espacio sideral del pensar; sujetos a una suerte que puede cambiar la realidad pero que mientras eso sucede o no, lo cotidiano puede con cualquier quimera al estar siempre cerca de la mano de nuestro corazón...
Feliz día cotidiano.
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