Tomar una determinación para cambiar nuestra vida quizá nunca llega...Es esa decisión de decir basta y punto y final con aquello que poco a poco, nos va minando la vida.
En esta vida hay demasiados perdedores que deberían ser ganadores; gentes con corazón que se ahogan en la vida rutinaria conformándose de forma callada. Sin duda hay que tocar un fondo y pelear por nuestra vida porque aquí en la tierra es lo único que tenemos. Cantidad de gentes válidas para ser felices han doblegado ante la mediocridad y siguen soñando con un mundo mejor pero, se sienten incapaces para decidir sobre su vida...
La rutina de la vida diaria y los problemas que no sabemos afrontar, no nos hacen estúpidos ni nos ciega al entendimiento pero, puede que sentirse impotente por algo fantasmagórico, sí puede vencer. Las mejores personas de este mundo no son las famosas ni tampoco las que tienen carrera. El mundo interior de cada persona es algo que siempre será invisible a menos que inventen algo....Conozco a cientos de personas anónimas que valen más que el Rey y que pasan desapercibidas a tu corazón sino tienes sensibilidad.
Sentirse un desgraciado/a es algo horrible. No tomar una determinación en esta vida para luchar por la vida propia, clama al cielo. Conozco a Ángeles en su tremenda voluntad de hacer lo correcto, a un hombre de mi pueblo que se sabe El Quijote de memoria y tantas gentes que cruzan por mi memoria, como válidos para que les den un premio y sin embargo, pasaron desapercibidos...y muchas veces por no tomar una determinación en el valor de su corazón...