Al final de la manzana , el la esperaba. Ella se había arreglado y el estaba todo ansioso por verla; por sentir su piel con aroma en el cuello...La calle estaba desierta y la esquina donde se abrazarían oscura como la noche. Al volver la manzana, John estaba en penumbra y a ella solo se la escuchaba con respiración acelerada. Los dos llevaban tiempo sin tener relaciones pero aquella noche en el chat, los dos ardían en deseo. Faltaban 10 metros para conocerse en aquella cita a ciegas y cuando se reconocieron en la voz y rostro, no sabían qué decirse porque llevaban 5 años casados donde un chat, juega con la fantasía...
4 comentarios:
Es una forma de seguir con la llama encendida. Un texto un tanto peculiar. Un abrazo.
El final es de infarto. Y quién sabe si no sea literalmente real.
Un abrazo, y por la comunicaión, siempre.
Ya lo tenían todo hablado. Un beso
Algunas veces los juegos son necesarios para mantener el interés...
Saludos,
J.
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