Siempre me detengo en un intervalo de tiempo. Es breve pero intenso cuando escucho a una persona. Miro su gesto, observo su mirada y me detengo en sus labios que se entreabren sin soltar palabra. A veces esa pausa es prolongada y otras casi instantánea. Aprovecho ese suspense con la velocidad del rayo mientras piensas o decides qué contestar...Otras veces te pierdes, otras dudas y otras te mantienes en silencio. Pero es como si nuestra conversación en ese instante se llenara de nada; un silencio donde Alfred Hitchcock le gustaría una trama con una bella mujer asesina. Siempre me detengo en algo importante cuando ese instante pudo estar ocupado con un beso mientras respondes...
4 comentarios:
Esos encuentros inanes, pueden ser anzuelo donde caer.
Muy bella prosa. Un abrazo, amigo
Es bueno parar para escuchar. Un beso
Esos detalles son las cosas que verdaderamente importan
Saludos,
J.
Son detalles importantes que hay que observar.
Un abrazo.
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