viernes, 23 de agosto de 2024

El olvido de lo cotidiano


 La imaginación me muestra sus imágenes. Todo pensamiento me detiene en una mezcolanza del sentir y de la razón con cosas que son reales e imaginarias por donde mi mundo interior se hace y se transforma en un pasatiempo inabarcable...Las calles de Córdoba me llevan a nuevos olores cuando paso por una cafetería, una churrería o una chica perfumada que cruza por mi lado. Se escuchan los escobones de los barrenderos o el batir de alas de las palomas mientas me pierdo en imágenes internas con algo que me llama la atención.  La brisa es cálida. Las ventanas de las viviendas están abiertas por la calor y los aires acondicionados lloran gotas de agua por el desagüe. Esta mañana me vuelvo a perder en los colores de las cosas, de los coches, de la ropa de la gente o el color de la mirada cuando alguien me mira de cerca. El azul es mas azul, el rojo mas rojo, el verde mas intenso, el negro, el marrón; todo un arcoiris desfila ante mi mirada como si fuera un espectador de la danza de la vida. Me siento en el parque de los patos. Frente a mi hay una vagabunda que duerme en el jardín o un perro de tres patas que aun camina sin esfuerzo. La fuente pone música a mis sentidos y una chica pasa al trote con su maleta camino de la estación. No se cuando tiempo llevo en la inopia de la nada. Suena mi móvil en el bolsillo como una alarma que me devuelve a la realidad. Me pongo en pie y me vuelvo a la marabunta de las avenidas mas pobladas en esta mañana donde mi corazón me habló de nada y de todo...


6 comentarios:

Martín Jacob dijo...

Gracias por tu comentario.
Hermoso, el texto. En Argentina, a la autopromoción, le llamamos "autobombo". Un abrazo!

Albada Dos dijo...

Es un reflexionar en las calles muy bueno. Ese perro al que le falta una pata nos demuestra que rendirse es absurdo.

Un abrazo, amigo

Sara O. Durán dijo...

Un sereno navegar en el río de imágenes frente a ti, que te dejan sensaciones dignas de ser contadas.
Un abrazo!

Susana Moreno dijo...

Se ve que no eres de los que van con el móvil a pasear. Un beso

José A. García dijo...

De vez en cuando hay que hacerse (o darse) un momento para contemplar lo que nos rodea antes de que desaparezca(mos).

Saludos,
J.

Vivir y dejar Vivir...Liz dijo...

Querido amigo, precioso relato, pasaba la vida, los aromas y cada momento era unico e irrepetible.
Tenemos que tomarnos mas tiempo y observar todo lo que nos rodea.
Un placer leerte, me encanto.
Abrazos y te dejo un beso