Duermes entre almohadones de nanas.
Te recreas soñando lo más hermoso y
en tu sueño, te emocionas.
De un golpe despiertas.
Una lágrima cae sobre la almohada y
ves que la realidad no es lo mismo, mas...
cierras los ojos por querer volver a ese sueño.
El reloj marca las tres de la madrugada.
Mantienes abierta tu ventana al recuerdo y
sonries allá donde la sensibilidad,
te devuelve a ese sueño...
Vuelves a dormir...
Dulces sueños.
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