Hay recuerdos con sentimientos definidos. No tienen fecha y tampoco pueden resultar especiales para nadie pero, en aquello que sucedió de aquella manera, el sentimiento se guardó con su recuerdo.
En mi memoria hay infinidad de sentimientos con recuerdos guardados. Son habitantes de mi mundo interior como si tuvieran voz propia incluso, algunos parece que los palpo. En mi cabeza hay recuerdos que despiertan nostalgia de aquello que sucedió y como un buen nadador, me baño en ellos. Sin embargo, también los tengo tristes por herir mi sensibilidad y los recuerdo porque de esos instantes saqué la lección de madurar en aprender.
Pienso en la cantidad de gente que destruye sus sentimientos como si fueran algo baldío; embruteciendose para dejar atrás lo más maravilloso por cambiarlo en no sé qué interés. A veces no se es conciente de que el sentimiento tiene más años que nosotros mismos y no se puede matar. Cada persona tiene un mundo inabarcable pero el secreto de vivir por desgracia no está sólo en el placer.
No hay nada más cruel que las heridas del alma. Con un corazón roto la vida cotidiana se hace insoportable con multitud de pequeños y grandes padecimientos. Parece como si entráramos en laberintos sin fín con agujeros en el alma que se hacen cada vez más grandes; la vida se complica de tal manera que nos ahoga. Aún así, nuestro más profundo sentir sabe más que la conciencia y nuestro recuerdo en un futuro nos guía por mejores senderos.
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1 comentario:
el baúl de mis recuerdos...mi corazón
te envío una sonrisa para hoy
Un beso
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