El placer de comprender las cosas y encontrar un por qué a nuestros acertijos, tiene su recompensa. Imagino que nuestro camino es una búsqueda contínua de tantas cosas como pruebas debemos de superar...Son tantos los consejos sobre qué hacer o no y tantísimas las oportunidades de cambiar nuestro rumbo que aún así, todo ello nos hace dudar hasta de nosotros mismos por no tener atino...
Convencerse de una verdad no es cuestión de creer a quién la dice sino, de verla en nosotros mismos. Lo más interesante de esta vida no es llegar muy lejos sino, creer en lo que hacemos y pensamos.
Recuerdo que en una entrevista le hicieron esta pregunta a una persona importante: ¿Cree usted si el bien puede al mal? y sin pensarlo, dijo que no. Sin embargo y a pesar de pesares creo en la buena fe de la gente. Convencerse del poder del bien sobre el mal es algo tan maravilloso que nunca lo dejo de soñar por tenerlo en mí.
La educación de una persona es fundamental.
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