Existe el amor y existe el olvido. De todo se aprende sin saber cómo y de qué manera. La razón de la felicidad no es una complicación y siempre ha pululado por nuestra mente sin apreciar esa magia donde, presente, pasado y futuro confluyen en nuestra voz, esa voz que sabíamos existía pero, tampoco se le hace caso por desgracia...
Podemos escuchar miles de consejos de gente sabia y afín a nuestro pensar y no poder verlos dentro de nosotros. Comprender el secreto de la vida puede formar laberintos inútiles que nos llevan a ninguna parte y... nos sentimos desgraciasdos, inútiles, con un haz de impurezas que nos devalúan como personas. Aprender se aprende, claro que sí pero, quién no se alza a voluntad de corazón, quien no tiene una certeza con una seguridad, vuela a merced de los demás con lo probable de ser pisoteado: es una verdad.
El olvido también existe. No es cuestión de memoria sino, de tener la osadía y la inteligencia de que todo aquello que nos hizo llorar, ahora nos resbala sin importancia...
Sin duda soy soñador por ser sensible con exceso de corazón pero, también porque forman parte de mi vida cosas simples donde me recreo como un niño y me siento joven a pesar de los años. Nuestro camino jamás se debe de olvidar así como lo que nos queda por vivir...
Para mi amiga Sara
Buscador.
3 comentarios:
Nunca pierdas tu alma de niño.
Besos.
Me encantó, es toda tu ternura en letras, que eso es un mundo!!!
GRACIAS.
Un abrazo grande.
LLevas razón en muchas cosas...supongo todo depende de nuestra forma de ver y vivir la vida de como vamos almacenando esas enseñanzas que nos hacen seguir luego hacia adelante...
de ello creo ya y siento que uno olvida realmente cuando es capaz de ir a ver ese fallido paso no con el fin de recordar la mala situación, sino verla con esa perspectiva de que aprendizaje nos deja , de lo bueno o lo negativo que ya se hizo necesario aprender y de allí soltamos sin rencores...y decidimos al fin soltar y seguir caminando por nuestro crecer...
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